Ante la inquietud de Évole sobre si entendería a una mujer que piensa en abortar tras sufrir una violación, el Santo Padre señaló que “yo la entendería a ella en su desesperación, pero también sé que no es lícito eliminar una vida humana para resolver un problema”.
“¿Es lícito eliminar una vida humana para resolver un problema? ¿Es lícito alquilar a alguien que la elimine?”, cuestionó.
A continuación, le indicó al periodista que “la respuesta es tuya, no es mía”. Évole evitó responder: “no, yo no he venido a responder, voy intentar sacar todas las respuestas que pueda de usted”.
El Papa precisó luego que tampoco se debe dejar a la mujer embarazada “en la calle”, y señaló que “gracias a Dios se ha tomado en los últimos años, en los últimos 10 años, 15 años, se ha tomado mucha conciencia de estos casos. De chicas solas que van a ser madres y se ha desplegado todo un trabajo de acompañamiento, de dignificación”.
Y a pesar de que explicó que no discute “la ley civil de cada país”, para el Papa “la pregunta es, antes de la ley civil, antes de la ley religiosa, a lo humano: ¿es justo eliminar una vida humana para resolver un problema? ¿Es justo alquilar un sicario para resolver un problema?
“Después de ahí viene todo lo demás., pero esa es la pregunta básica”, señaló.
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