Los investigadores del Instituto Marcus de Salud Integrativa de la Universidad Thomas Jefferson analizaron las respuestas cerebrales de los participantes de un retiro espiritual, y publicaron los resultados en el documento Religion, Brain and Behaviour (Religión, Cerebro y Comportamiento).
El Dr. Andrew Newberg, director de la investigación, dijo que “dado que la serotonina y la dopamina son parte de la recompensa y sistemas emocionales del cerebro, nos ayuda a entender por qué estas prácticas resultan en experiencias emocionales poderosas y positivas”.
“Nuestro estudio mostró cambios significativos en los transportadores de dopamina y serotonina luego del retiro de siete días, lo que podría ayudar a los participantes en las experiencias espirituales que describieron”, indicó.
Los resultados del estudio fueron divulgados en marzo de 2017, y la investigación fue financiada por el Instituto Fetzer, que incluyó a 14 participantes de entre 24 y 76 años.
La dopamina es conocida como el “químico del placer”, pero está involucrada en una amplia gama de funciones cerebrales, desde el control de la atención hasta el movimiento.
Por su parte, a la serotonina se le llama a menudo la “hormona para sentirse bien” y está involucrada en la regulación emocional y el estado de ánimo.
Las observaciones posteriores al retiro revelaron disminuciones en el transportador de dopamina y en el enlace del transportador de serotonina, lo que podría generar que más neurotransmisores estuvieran disponibles para el cerebro.
Después de la Misa de la mañana, las personas que participaron en el retiro pasaron la mayor parte del día en silencio, orando y reflexionando, además de reunirse a diario con un director espiritual.
A su regreso a la vida cotidiana, los sujetos de estudio también completaron una serie de encuestas que mostraron mejoras notables en su percepción de la salud física, la tensión y la fatiga.
También informaron sobre una mayor sensación de auto-trascendencia, la cual se relaciona con el cambio de la dopamina vinculante.
El Dr. Newberg dijo que de alguna manera “el estudio plantea más preguntas de las que responde”.
“Nuestro equipo tiene curiosidad acerca de qué aspectos del retiro causaron los cambios en los sistemas de neurotransmisores y si diferentes retiros producirían resultados diferentes. Esperemos que los estudios futuros puedan responder a estas preguntas”, concluyó el especialista.
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