El 26 de marzo el Colegio de Consultores de la Diócesis de Copiapó votó para que el P. Pizarro, de 44 años, conduzca la diócesis hasta el nombramiento de un nuevo obispo.
Tras ser notificado de su elección, el P. Pizarro expresó que “lo fundamental es hacer trabajo en equipo, con el apoyo del presbiterio y de las comunidades”.
“Esa es la confianza que siento, que conducir esta Iglesia no es un peso que va sobre los hombros, sino una tarea que se hace en comunión. Es una bonita oportunidad de trabajar juntos por la Iglesia que soñamos”, expresó a comunicaciones de la Diócesis de Copiapó.
Jaime Pizarro nació el 22 de agosto de 1974 en Copiapó. Fue ordenado sacerdote el 17 noviembre del año 2000 en esta diócesis. Es licenciado en Derecho Canónico.
De 2001 a 2004 fue párroco de la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Chañaral, luego se encargó de una parroquia en Valencia (España) y desde 2008 hasta la fecha retomó como párroco en Chañaral.
Situación de sacerdote Antonio VargasEl recién nombrado Administrador Diocesano de Copiapó emitió el 28 de marzo un comunicado sobre la situación el P. Antonio Vargas, acusado en 2018 por “presunto abuso de poder y de actitudes inadecuadas por mujeres y menores”.
Informó que el 17 de noviembre de 2018 el entonces Obispo de Copiapó, Mons. Celestino Aós, envió los antecedentes a la Congregación para la Doctrina de la Fe “en modo reservado, siguiendo el protocolo establecido para estos casos”.
El 11 de marzo de 2019 la Santa Sede dio instrucciones sobre el caso: “Don Celestino, en diálogo con el sacerdote, determinó su regreso a Valencia, su diócesis de origen, mientras dure el proceso y mientras no se le impongan medidas cautelares.”
“El Obispado de Copiapó está a la espera de recibir de Monseñor Aós toda la información del proceso y las instrucciones que ha enviado la Santa Sede. Reiteramos nuestro compromiso con el cuidado de las personas y la promoción de ambientes sanos y seguros”, concluye el comunicado.
Publicar un comentario