Sin duda a priori puede sonar increíble, pero la presencia de un superhéroe como modelo de conducta para un niño es realmente importante y los valores que transmiten son dignos de imitación.
En realidad, casi todos hemos crecido siendo fans de distintos superhéroes gracias a los cómics y a sus películas. Por ejemplo, Superman, Wonder Woman, Batman, Spiderman o el Capitán América nos han enseñado cómo actuar bien, nos ofrecen muestras de su empatía, de respeto o de voluntad para combatir las injusticias.
En ocasiones los superhéroes tienen una doble vida: por una parte, protegen desinteresadamente a la humanidad frente al mal; por otra, pasan desapercibidos, llevan una vida oculta, como si realmente fueran personas normales.
Y en ambas circunstancias, su moral es intachable. Por esta razón se muestran empáticos, son sacrificados, generosos, se entregan de forma valiente, se preocupan por los demás, son humildes y serviciales y usan sus dones de manera positiva y en beneficio de la comunidad. Sin duda, los superhéroes encarnan valores dignos de imitación que cualquier padre quiere inculcar a sus hijos.
Además, todas las historias de superhéroes cuentan con el recurso de la diversión, pues como toda obra de ficción, su propósito es entretener. Pero en este caso, además, estas historias estimulan la imaginación de los niños y logran que desarrollen una personalidad fuerte, aumenten su autoestima y la confianza en sí mismos. Y tampoco hay que olvidar el atractivo de sus superpoderes y los llamativos trajes que usan, que captan la atención de los más pequeños.
Superhéroes, modelos de conducta
Evidentemente, los superhéroes aportan herramientas para que los niños, -o los adultos también, por qué no-, aprendan a ponerse en el lugar del otro, a empatizar con él y desarrollar así un concepto de ciudadanía y de pertenencia que les ayude a defender lo que es bueno para el grupo.
Por esta razón, las películas de superhéroes nos pueden ayudar a creer en los niños una personalidad sana y equilibrada que les servirá de educación para la vida social. Por consiguiente, la presencia de un superhéroe como modelo de conducta para un niño es realmente importante.
De hecho, les llamamos superhéroes porque protagonizan historias que emanan heroísmo. Leer sus cómics o ver sus películas nos inspiran a ser mejores, a ayudar a otros como lo harían ellos.
Por esta razón nos resultan tan atractivos y atrayentes por su moral: siempre van a hacer lo posible por defender el bien, mientras que los malos van a intentar que reine el mal. Utilizan solo sus superpoderes cuando es necesario, evitando la violencia.
Superman
No veo mis poderes como
un don para mí,
sino para todo aquel que lo necesite” (Superman)
Superman es considerado el primer superhéroe. Fue creado en 1938 por Action Comics (AC). Es uno de los superhéroes más poderosos al tiempo que descata por ser muy humilde.
Jamás permite que su ego dicte su comportamiento. Ésta es una característica común a la mayoría de los superhéroes, ya que si se diferencian por algo es por ser conscientes de que sus poderes o posición no significa que estén por encima de los demás.
Por ejemplo, Superman es dueño de esta frase: “No veo mis poderes como un don para mí, sino para todo aquel que lo necesite”
Spiderman, el preferido de los adolescentes
Otra frase fue puesta en boca de Spiderman:
Si puedes hacer algo bueno por los demás tienes la obligación moral de hacerlo”. (Spiderman)
Por consiguiente, si tuviéramos que elegir a un personaje con el que los niños y jóvenes más se identifican ese podría ser, precisamente, Spiderman, ya que Peter Parker– el personaje real- es un adolescente común que encarna los problemas típicos de esta edad: debe ir al instituto, entregar trabajos y deberes, o incluso se enfrenta a situaciones de acoso escolar.
Y a pesar de sus superpoderes fueron originados y producidos por un accidente: la picadura de una araña, Peter Parker no busca fama ni riqueza, vive con lo básico en casa de sus tíos.
De hecho, lo que realmente le importa es ayudar a los más necesitados y utilizar sus poderes con responsabilidad para servir.
Además, Spiderman es extremadamente valiente, se juega continuamente la vida en situaciones muy peligrosas mientras pelea con supervillanos… pero lo hace intentando divertirse.
Valores cristianos de los superhéroes
Sin duda, podríamos seguir así con una gran lista de superhéroes como Wonder Woman, Black Panther, Thor, el Capitán América, Hulk, Iron Man, la Viuda Negra, etc. Todos, con sus peculiaridades, muestran sin reparo muchos valores y virtudes cristianas y realizan acciones ejemplares.
Básicamente son:
- entregados a la causa,
- se sacrifican por otros,
- trabajan en equipo sin querer demostrar su individualidad,
- piden perdón cuando es necesario,
- redimen sus culpas,
- demuestran amor -Tony Stark con Pepper, Thor y Jane, Superman y Lois,…-,
- y nunca, nunca pierden la fe y la esperanza en que el bien se impondrá.
En fin, por eso nos gustan los superhéroes y les gustan tanto a los niños y jóvenes. Y como tenemos la suerte de que están de moda, podemos disfrutar de la gran cantidad de películas dedicadas a sus aventuras. Desde las clásicas de Superman y Batman, pasando por películas que llevan a la gran pantalla a superhéroes por primera vez, como Wonder Woman o la Capitana Marvel, hasta películas que unen a varios superhéroes, como Los vengadores o Guardianes de la Galaxia.
La cuestión es que los superhéroes resultan atractivos y aunque tengamos diferentes preferencias, siempre hay alguno que de alguna manera encaja con nosotros y con el que nos sentimos más identificados por los valores que encarna.
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