Más de 200 se contagian de COVID-19 en albergue católico y milagrosamente sobreviven

Lima, 26 Nov. 20 (ACI Prensa).- El secretario general de Cáritas Lurín (Perú), P. Omar Sánchez Portillo, narró cómo 240 de los 262 residentes de la casa hogar que dirige, siendo la mayoría personas frágiles y vulnerables, se salvaron tras haber sido contagiados de coronavirus COVID-19.

El P. Omar es director de la Casa Hogar de la Asociación de las Bienaventuranzas, ubicada en Lurín, en Lima. Este lugar acoge a bebés, niños, adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos que han sido declarados en abandono o se encuentran en proceso de investigación tutelar, tienen enfermedades físicas, psiquiátricas y/o necesidades especiales de educación.

En una entrevista concedida a la revista Somos del diario El Comercio, el sacerdote reveló que “se contagiaron 240” personas, pero que todos resultaron “absolutamente asintomáticos”.

“El caso cero fue un adulto mayor que recibimos. Él contagió a la enfermera, que tiene contacto directo con el 80% de la casa. Pero que el 100% de contagiados haya sido asintomático es un milagro”, dijo el P. Omar.

Recordó que en la casa hogar hay “personas muy frágiles y vulnerables”, y muchos de ellos “utilizan oxígeno por otros motivos”, como la diabetes. No obstante, aseguró que no les sucedió “nada” y “todos han pasado el covid sin mayor cuadro de gravedad, gracias a Dios”.

Dijo que él y otras 17 personas no se contagiaron de la enfermedad. “Y curiosamente somos los que hemos estado más en contacto con gente de afuera. Los que hemos estado organizando las ollas vecinales, repartiendo canastas de víveres por todo Lima”, señaló.

“Yo si me contagio me muero. Tengo diabetes, un problema cardiaco y obesidad, así que me he sacado la lotería en el tema. Hay confianza en Dios y también nos cuidamos. Yo le pido ayuda y él lo hace dándome la inteligencia para ser precavido”, contó el presbítero a El Comercio.

El P. Omar es conocido por haber repartido cientos de miles de canastas de víveres a los más necesitados por la pandemia de COVID-19 en el sur de Lima y en los distritos de Rímac, San Juan de Lurigancho y Comas.

Según informó a la revista, su campaña de caridad logró armar “más de 257 mil canastas de víveres”. Sin embargo, también reveló que ha iniciado un nuevo proyecto llamado Ollas Vecinales SOS “que busca contribuir a la solución de los problemas de siempre: la desnutrición, la malnutrición, la TBC [tuberculosis]”.

“Ya no queremos solo dar la canasta, sino organizarlos para que ellos mismos se autogestionen”, dijo, y explicó que les están enseñando a las personas “a clasificar la basura, a hacer biohuertos, a usar paneles solares” para que se vuelvan “protagonistas de la solución de su problemática”.

Entre otras actividades lideradas por el P. Omar, la Diócesis de Lurín también ha donado decenas de balones de oxígeno medicinal para pacientes de COVID-19, ha organizado talleres para que las mujeres sean emprendedoras y mantiene un proyecto de medicinas gratuitas.

“Además, tenemos alquilados 77 espacios para familias que han sido desalojadas por no poder pagar el alquiler de sus hogares al quedarse sin trabajo”, agregó.

También informó que ya está lista la instalación de una planta de oxígeno dentro del hogar para atender a más afectados por la pandemia.

Respecto al dinero que se necesita para solventar los gastos de las actividades sociales, contó que al mes necesitan recaudar 55 mil dólares.

“Mantenemos la casa y tres guarderías. De ese monto, el 57% está cubierto por personas o empresas que donan cada mes en efectivo o con productos. Hay un grupo brasilero que no permite que falte pollo; hay otra persona que dona arroz y aceite; otra que nos paga la luz; otra, el agua. El 43% restante es providencia. Es lo que llega todos los días en donaciones”, aseguró.

En otro momento, comentó que esta obra “no para de crecer”. “El año pasado éramos 180; ahora, 262”, añadió.

“Es cierto, recibo ayuda, pero eso me permite asistir a más gente. Ahora pondremos talleres para empoderar a mujeres de Villa. Queremos poner uno de heladería, que se prepare Häagen-Dazs... otro de confecciones y otro de zapatería. La clave para ayudar está en los emprendimientos sociales”, indicó.

Al final de la entrevista, el P. Omar dijo que está “conmovido con los gestos de solidaridad de la gente y de las instituciones”.

“No he tenido tiempo para sentirme deprimido, aislado. Veo maravillas todos los días. Hay un salmo que repito siempre: ‘El Señor ha estado con nosotros y estamos alegres’”, concluyó.

Para realizar una donación a la Casa Hogar de la Asociación de las Bienaventuranzas ingrese AQUÍ. 

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