Bkerké - Apoyo unánime e incondicional a las fuerzas armadas, llamamiento a poner fin a las vacaciones del cargo presidencial, condena del terrorismo enmascarado bajo vestes religiosas y anuncio de cumbres interreligiosas periódicas, que se celebrarán cada tres meses para examinar conjuntamente la dramática situación política y social imperante en el país de los cedros. Estos son los principales contenidos que han surgido en la cumbre interreligiosa que ha tenido lugar en la sede patriarcal maronita de Bkerké el lunes 30 de marzo, a la que han participado todos los líderes cristianos y musulmanes del país, excepto el Patriarca greco ortodoxo de Antioquía Yohanna X.
El comunicado final de la cumbre, enviado a la Agencia Fides, expresa una “profunda preocupación” por las vacaciones continuadas y persistentes de la oficina presidencial, que a los ojos de los líderes de las comunidades religiosas comporta “una amenaza a la soberanía, la seguridad y la estabilidad del Líbano” y pone en peligro incluso su estructura constitucional, que tutelando la puesta en común de cristianos y musulmanes en la dirección política del país, es “un mensaje directo a todo el mundo árabe y al mundo entero”. El largo período de parálisis institucional en torno a la elección del nuevo presidente - el cargo presidencial que está vacante desde el pasado 25 de mayo - según los líderes religiosos amenaza la propia supervivencia del país, exponiendo su frágil equilibrio a los conflictos y divisiones sectarias que están distorsionando el escenario de Oriente Medio.
“La elección de un presidente cristiano maronita”, se lee en el comunicado de los líderes espirituales cristianos y musulmanes, “es la garantía de la continuidad de la convivencia social y por lo tanto del mismo Líbano”. El comunicado final de la cumbre dedica un amplio espacio a las emergencias económicas y sociales que están ahogando a la población, se centran en los problemas asociados a la insostenible afluencia de los refugiados sirios e iraquíes en Líbano. La comunidad internacional está llamada a “gastar más” para hacer frente a las “condiciones inhumanas” que experimentan los refugiados, señalando que la resistencia del Líbano está limitada “en el espacio y en el tiempo”.
Los líderes religiosos cristianos y musulmanes también han condenado de forma unánime el “terrorismo recubierto con la máscara de la religión” que está desestabilizando grandes áreas de Oriente Medio y parece ser funcional en los planes a lo largo plazo de fragmentación sectaria de los estados de Oriente Medio.
En particular, el comunicado final indica a los cristianos orientales como las primeras víctimas de las olas de violencia que perturban la región, haciendo hincapié en que en los cristianos de Oriente Medio no son “invitados” y la presencia cristiana ha precedido a la musulmana por cientos de años, dando una contribución decisiva al florecimiento de la civilización árabe.
En relación con el conflicto en curso en Yemen, los líderes religiosos libaneses han pedido que este permanezca vinculado al respeto de la soberanía del país árabe, sin expresarse acerca de las ofensivas militares lideradas por Arabia Saudita contra las milicias chiítas de rebeldes Houthi.
El comunicado recuerda la solemnidad de la Anunciación que acaba de pasar, que en el Líbano se ha convertido en una fiesta nacional y ha sido definida como “la primera celebración islámico-cristiana de la historia”. Por otra parte, en el texto aprobado por todos los líderes religiosos, se anuncia la institucionalización de la cumbre interreligiosa libanesa, con reuniones periódicas que se celebrará cada tres meses .
El comunicado final de la cumbre, enviado a la Agencia Fides, expresa una “profunda preocupación” por las vacaciones continuadas y persistentes de la oficina presidencial, que a los ojos de los líderes de las comunidades religiosas comporta “una amenaza a la soberanía, la seguridad y la estabilidad del Líbano” y pone en peligro incluso su estructura constitucional, que tutelando la puesta en común de cristianos y musulmanes en la dirección política del país, es “un mensaje directo a todo el mundo árabe y al mundo entero”. El largo período de parálisis institucional en torno a la elección del nuevo presidente - el cargo presidencial que está vacante desde el pasado 25 de mayo - según los líderes religiosos amenaza la propia supervivencia del país, exponiendo su frágil equilibrio a los conflictos y divisiones sectarias que están distorsionando el escenario de Oriente Medio.
“La elección de un presidente cristiano maronita”, se lee en el comunicado de los líderes espirituales cristianos y musulmanes, “es la garantía de la continuidad de la convivencia social y por lo tanto del mismo Líbano”. El comunicado final de la cumbre dedica un amplio espacio a las emergencias económicas y sociales que están ahogando a la población, se centran en los problemas asociados a la insostenible afluencia de los refugiados sirios e iraquíes en Líbano. La comunidad internacional está llamada a “gastar más” para hacer frente a las “condiciones inhumanas” que experimentan los refugiados, señalando que la resistencia del Líbano está limitada “en el espacio y en el tiempo”.
Los líderes religiosos cristianos y musulmanes también han condenado de forma unánime el “terrorismo recubierto con la máscara de la religión” que está desestabilizando grandes áreas de Oriente Medio y parece ser funcional en los planes a lo largo plazo de fragmentación sectaria de los estados de Oriente Medio.
En particular, el comunicado final indica a los cristianos orientales como las primeras víctimas de las olas de violencia que perturban la región, haciendo hincapié en que en los cristianos de Oriente Medio no son “invitados” y la presencia cristiana ha precedido a la musulmana por cientos de años, dando una contribución decisiva al florecimiento de la civilización árabe.
En relación con el conflicto en curso en Yemen, los líderes religiosos libaneses han pedido que este permanezca vinculado al respeto de la soberanía del país árabe, sin expresarse acerca de las ofensivas militares lideradas por Arabia Saudita contra las milicias chiítas de rebeldes Houthi.
El comunicado recuerda la solemnidad de la Anunciación que acaba de pasar, que en el Líbano se ha convertido en una fiesta nacional y ha sido definida como “la primera celebración islámico-cristiana de la historia”. Por otra parte, en el texto aprobado por todos los líderes religiosos, se anuncia la institucionalización de la cumbre interreligiosa libanesa, con reuniones periódicas que se celebrará cada tres meses .
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