Ciudad del Vaticano, 29 de mayo 2015 (VIS).-''La nueva evangelización es tomar conciencia del amor misericordioso del Padre para convertirnos también nosotros en instrumentos de salvación para nuestros hermanos'', ha dicho el Papa recibiendo esta mañana a los participantes en la asamblea plenaria del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización que ha estado dedicada a la relación entre la evangelización y la catequesis. Francisco ha confiado a ese dicasterio la preparación del Jubileo extraordinario de la Misericordia para que ''se evidencie todavía más que el don de la misericordia es el anuncio que la Iglesia está llamada a transmitir en su obra de evangelización en esta época de grandes cambios''.
Cambios que representan una ''feliz provocación'' para ''entender los signos de los tiempos que el Señor ofrece a la Iglesia, para que sea capaz - como lo ha sido en el curso dos mil años - de llevar a Jesucristo a los hombres de nuestro tiempo''. ''La misión es siempre la misma -observó el Pontífice- pero el lenguaje para anunciar el Evangelio, exige ser renovado con sabiduría pastoral. Esto es esencial tanto para que nos entiendan nuestros contemporáneos, como para que la Tradición católica hable a las culturas del mundo de hoy y las ayude a abrirse a la fecundidad perenne del mensaje de Cristo. Son tiempos de grandes retos y no debemos temer hacerlos nuestros porque sólo en la medida en que nos haremos cargo de ellos, seremos capaces de dar respuestas coherentes formuladas a la luz del Evangelio. Esto es lo que la gente espera hoy de la Iglesia: que sepa caminar con ellos, ofreciendo la compañía del testimonio de la fe, que nos hace solidarios con todos, especialmente con los más solos y marginados''.
Esta toma de conciencia, sembrada en el corazón de cada cristiano desde el día de su bautismo, ''pide crecer, junto con la vida de la gracia y aquí es donde se inserta el gran tema de la catequesis como el espacio en el que la vida de los cristianos madura porque experimenta la misericordia de Dios. No una idea abstracta de la misericordia, sino una experiencia concreta con la que entendemos nuestra debilidad y la fuerza que viene de lo alto... La ayuda que invocamos ya es el primer paso de la misericordia de Dios para con nosotros...El Espíritu Santo, que es ''el protagonista de la evangelización...abre la mente de los discípulos de Cristo para comprender más a fondo el compromiso exigido y las formas con las que dar profundidad y credibilidad al testimonio''.
Por lo tanto la cuestión de cómo estamos educando en la fe ''no es retórica, sino esencial -subrayó el Papa- y la respuesta requiere coraje, creatividad y decisión para emprender caminos a veces inexplorados. La catequesis, como parte del proceso de evangelización, necesita ir más allá de la esfera puramente escolástica, para educar a los creyentes, desde pequeños, a encontrar a Cristo, vivo y operante en su Iglesia. Es el encuentro con Aquel que despierta el deseo de conocerlo mejor y luego de seguirlo para convertirse en discípulos suyos. El desafío de la nueva evangelización y de la catequesis, se juega efectivamente en este punto fundamental: Cómo encontrar a Cristo y cuál es el lugar más coherente para encontrarlo y seguirlo''.
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