La estola tiene bordadas algunas flores y los rostros de algunos niños (de unos dos mil) que hoy viven gracias al apostolado pro vida que hacen en Tuxtla.
Al momento de entregarle la estola al Santo Padre los encargados de dársela afirmaron que se la obsequian “con nuestro profundo cariño y como ofrenda del trabajo en nuestra diócesis de Tuxtla en favor de la vida y la mujer”.
“Significa un caminar de 25 años inspirados por Jesucristo el Señor de la vida”, explicaron.
Con la estola también quieren expresar “nuestro cariño, fidelidad, alegría y gratitud por tenerlo como nuestro Padre y Pastor”.
Finalmente le rogaron “su bendición para los que a través de 25 años han colaborado en este apostolado con tanto amor en la elaboración de este presente”.
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