Un día como hoy, hace 77 años, la Ciudad del Vaticano sufrió un bombardeo aéreo en el contexto de la Segunda Guerra Mundial.
El 5 de noviembre de 1943, a las 8:05 p.m., un avión sin identificar lanzó cinco bombas de medio tamaño que impactaron en los Jardines Vaticanos, junto a los muros que miran a la colina del Gianicolo. Las bombas aéreas explotaron en la estación de tren del Vaticano, en el taller de mosaicos, junto a la Basílica de San Pedro y en una parte del Palacio del Governatorato que entonces estaba destinado a fines residenciales. La quinta bomba no llegó a explotar.
Los daños fueron considerables y causaron importantes pérdidas patrimoniales, sobre todo en el taller de mosaicos, donde se estaban restaurando algunos mosaicos de gran valor.
En un artículo publicado por Vatican News se recogen las declaraciones del investigador Augusto Ferrara, quien en su libro “1943, bombas sobre el Vaticano” asegura que el objetivo era interrumpir la emisión de Radio Vaticana.
Este ataque no fue el único que sufrió la ciudad de Roma durante la Segunda Guerra Mundial. El 19 de julio de 1943, la capital italiana fue el objetivo de un ataque aéreo en el que participaron cientos de aviones aliados y que ocasionó alrededor de tres mil muertos y miles de heridos.
El Papa Pío XII, junto con Mons. Giovanni Battista Montini –futuro Papa Pablo VI– no quiso permanecer ajeno al sufrimiento del pueblo romano y, cuando las bombas seguían explotando, salió a las calles de la Ciudad Eterna para consolar y ayudar a los vecinos.
Pío XII repitió el mismo gesto durante un segundo bombardeo contra Roma el 13 de agosto de 1943, fecha en que, precisamente, estaba prevista una Misa por los fallecidos en el ataque anterior.
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