Audiencia en el Vaticano
El Papa ha recordado que para Jesús es una blasfemia pensar que la discapacidad o la enfermedad es un castigo de Dios, en una audiencia celebrada en el Aula Pablo VI en presencia de unos 600 invidentes y 6.000 sordomudos. Por ello, ha promovido «la cultura del encuentro» frente a la «cultura de la exclusión y el prejuicio» y ha invitado a liberarse del «pesimismo estéril» y abrirse a la vida «con esperanza» y ha denunciado que «el que tiene prejuicios, excluye».
29/03/14 2:41 PM | Imprimir | Enviar
(EP/InfoCatólica) En un discurso dirigido al Movimiento Apostólico de Ciegos y a la Pequeña Misión para los Sordomudos, Francisco ha afirmado que sólo el que reconoce «la propia fragilidad» y los «propios límites» puede construir «relaciones fraternas y sólidas» en la Iglesia y en la sociedad y «encontrar a Jesús».
Por eso ha subrayado que el enfermo o la persona discapacitada, «a partir de su fragilidad, su límite», puede ser testigo del encuentro con Jesús «que abre a la vida a la fe y al encuentro con los otros y con la comunidad.
En el encuentro en el que han participado también miembros de la Unión Italiana de Invidentes, el pontífice ha manifestado que Jesús quería hacer testigos a personas «marginadas, excluidas, despreciadas» porque sobre todo quería encontrarse con personas señaladas por «la enfermedad» o «la discapacidad» para «curarlas y restituirles la dignidad».
El Papa ha reflexionado sobre lo que significa encontrarse con Jesús y ha explicado que «sólo quien lo conoce de verdad, se convierte en un testigo».
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