En la homilía que pronunció a primera hora de la mañana en la capilla de la residencia Santa Marta, comentó el Evangelio del día en el que Jesús cura a una mujer que no conseguía mantenerse derecha. “Era una enfermedad de la columna que la tenía así desde hacía años”, explicó el Papa.
“Un buen pastor siempre es cercano”, todo lo contrario que los fariseos, a quienes “quizás les importaba ellos mismos: cuándo terminaba el servicio religioso, ir a ver cuánto dinero se había obtenido de las ofrendas”.
“Por eso Jesús siempre estaba allí con la gente descartada por ese grupito clerical: allí estaban los pobres, los enfermos, los pecadores, los leprosos, pero estaban todos allí, porque Jesús tenía esta capacidad de conmoverse ante la enfermedad, era un buen pastor”.
“Un buen pastor se acerca y tiene la capacidad de conmoverse. Y yo diría que la tercera característica de un buen pastor es no avergonzarse de la carne; tocar la carne herida, como ha hecho Jesús con esta mujer: ‘tocar las manos’, tocó a leprosos, tocó a los pecadores”.
Además, un buen pastor no dice: “Sí, está bien, sí, sí, estoy contigo en el Espíritu”, porque esto es ser distante. “Lo que ha hecho Dios Padre, acercarse, por compasión, por misericordia, en la carne de su Hijo”.
“Pero los que siguen el camino del clericalismo, ¿a quiénes se acercan?”. “Se acercan siempre al poder de turno o al dinero. Y son malos pastores. Solo piensan como llegar al poder, ser amigos del poder y negocian todo o piensan en los bolsillos. Estos son los hipócritas, capaces de todo. Para esta gente no importa el pueblo. Y cuando Jesús se refiere a ellos con ese buen adjetivo que utiliza tantas veces, ‘hipócritas’, ellos se ofenden: ‘pero nosotros no, nosotros seguimos la ley’”.
“Es una gracia para el pueblo de Dios tener buenos pastores, pastores como Jesús, que no se avergüenzan de tocar la carne herida, que saben que sobre esto seremos juzgados: estuve hambriento, estuve en una cárcel, estuve enfermo. Los criterios del protocolo final son los criterios de la cercanía, los criterios de esta cercanía total, tocar, compartir la situación del pueblo de Dios”.
Francisco pidió a los fieles no olvidar que “el buen pastor está cercano siempre a la gente, siempre, como Dios nuestro Padre ha sido cercano con nosotros, en Jesucristo hecho carne”.
Evangelio comentado por el Papa:
Lucas 13:10-17
10 Estaba un sábado enseñando en una sinagoga,
11 y había una mujer a la que un espíritu tenía enferma hacía dieciocho años; estaba encorvada, y no podía en modo alguno enderezarse.
12 Al verla Jesús, la llamó y le dijo: «Mujer, quedas libre de tu enfermedad.»
13 Y le impuso las manos. Y al instante se enderezó, y glorificaba a Dios.
14 Pero el jefe de la sinagoga, indignado de que Jesús hubiese hecho una curación en sábado, decía a la gente: «Hay seis días en que se puede trabajar; venid, pues, esos días a curaros, y no en día de sábado.»
15 Replicóle el Señor: «¡Hipócritas! ¿No desatáis del pesebre todos vosotros en sábado a vuestro buey o vuestro asno para llevarlos a abrevar?
16 Y a ésta, que es hija de Abraham, a la que ató Satanás hace ya dieciocho años, ¿no estaba bien desatarla de esta ligadura en día de sábado?»
17 Y cuando decía estas cosas, sus adversarios quedaban confundidos, mientras que toda la gente se alegraba con las maravillas que hacía.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 29 de octubre de 2017
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