El Pueblo del Rosario
El Amanecer de
este nuevo día nace con un profundo sentimiento de gratuidad a Dios, al
recordar una fecha que quedó grabada en mi pensamiento y corazón, si hoy 31 de
Octubre, cuando se cumplen cuarenta y un año de la creación canónica de la
Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Sabana de Parra, capital del Municipio
Páez de nuestro Estado Yaracuy, y también culmina el mes que la Iglesia dedica
al Rosario. Dichos acontecimientos representan en mi vida páginas
significativas de mi ser sacerdotal, al ser el Pueblo del Rosario mi segunda
parroquia de servicio y en la cual viví ocho felices años de ministerio pastoral (1997-2005), los
cuales sellaron los valores más humildes de mi vocación y una profunda
identidad con este pueblo, para hoy sentirme como de sus más amado Hijo.
Con estos nobles sentimientos
encontrados quiero dejar libre la tinta de mi pluma para dedicar esta crónica a
esta tan querida comunidad de Sabana de Parra, la cual está bajo el patrocinio
de la Virgen María en la hermosa advocación de Nuestra Señora del Rosario,
fiesta que se celebra litúrgicamente todos los Siete de Octubre, la cual nace
de un importante acontecimiento histórico y marcado por un especial detalle de
Dios como lo relata el texto de meditación de los Carmelitas: “Esta fiesta fue
instituida por el Papa Pio V en 1531 como recuerdo y acción de gracias por las
victorias que obtuvieron los cristianos mediante el rosario de María, en la
Batalla de Lepanto.” [1]
Así la Fe del pueblo de Sabana de
Parra comenzó a nacer impregnado de una humilde devoción a la Virgen del
Rosario, que los llevo a recorrer cada rinconcito de sus comunidades a través de
una de las primeras manifestaciones de
su religiosidad popular, como significo las Romerías de la Virgen, donde
los caminos de la Fe adornaron el verdor de su naturaleza, inspiraron las
jornadas de sus pobladores en el ejercicio de sus labores agrícolas y los
llevaron a compartir su más especial devoción con los pueblos vecinos,
sembrando así las bases una verdadera comunidad cristiana, la cual civilmente
dependía del Municipio Urachiche y donde la admiración de sus pobladores ya
despertaba el ímpetu de una independencia civil y religiosa.
Este sueño de libertad encontró un
inspirador signo un 07 de Octubre de 1966 (Día de la Virgen del Rosario), fecha
de la creación canónica de la Diócesis
de San Felipe, acontecimiento que significo la independencia religiosa de la
Iglesia Católica en toda la extensión
del territorio del Yaracuy, hasta ese momento dependiente de la Arquidiócesis
de Barquisimeto y de la Arquidiócesis de Valencia, y es así como este logro
religioso también iba a dar sus frutos en los ideales de los pobladores del
Pueblo del Rosario, para así el 31 de Octubre de 1976 naciera una nueva
Parroquia Eclesiástica bajo el título de Nuestra Señora del Rosario, cuya sede
seria el Pueblo de Sabana de Parra, como reza el decreto de creación: “Yo, Mons.
Dr. Tomás Enrique Márquez Gómez , Primer Obispo de San Felipe, ante el avance
de la población de la comunidad de Sabana de Parra del Municipio Urachiche y
velando por la mejor atención de estos fieles, por estas letras creamos una
nueva Parroquia bajo el patrocinio de María en la advocación de Nuestra Señora
del Rosario”[2]
Ante la alegría hoy de esta
importante fecha he querido dedicar esta crónica a este Pueblo de Sabana de
Parra, titulándola el Pueblo del Rosario”, con los más profundos sentimientos de
gratuidad ante una comunidad que no sólo me acogió como su pastor por ochos
felices años, sino que también me adopto como hijo, para sembrar en Mi el calor
de una gran familia, donde desde la promesa evangélica Dios y la Virgen me han
bendecido con el valor de la amistad de tantas personas en las cuales he
encontrado madres (Aidé Torres) y
hermanos, y así dejar grabado el amor de este humilde hijo de este
hermoso Pueblo.
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