(InfoCatólica) El resultado del nuevo enfrentamiento armado es que «muchas personas» han «huido», creando una «renovada atmósfera de ansiedad y miedo», que con el tiempo «conducirá a nuevas divisiones e impedirá la reconstrucción y el regreso de las personas a sus hogares».
Así lo advierte el patriarca caldeo Louis Raphael Sako, en un llamamiento publicado en la web del patriarcado. En el texto, el patriarca iraquí no oculta el peligro de que este nuevo conflicto en una tierra ya marcada por el sufrimiento puede dar «lugar a una mayor migración al exterior» de los cristianos.
El prelado explica que los enfrentamientos ocurrieron en las fronteras de las ciudades cristianas de Nínive, y más recientemente en Baqofa y Teleskof. En estos últimos episodios, niños inocentes han resultado heridos y hogares de familias cristianas han sido utilizados como puestos de defensa. El resultado es que muchos residentes de estas ciudades han huido nuevamente, creando una atmósfera renovada de ansiedad y temor a un conflicto entre Bagdad y Erbil, lo que eventualmente conducirá a nuevas divisiones y evitará la reconstrucción y el regreso de las personas a sus hogares.
Este nuevo conflicto surge de la intención de los kurdos de establecer un estado propio en el norte de Irak. Tanto el gobierno de Bagdad como el gobierno turco advirtieron que no lo iban a consentir. De momento Turquía no ha intervenido, pero sí lo han hecho las tropas iraquíes.
Con información de Asia New
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