Lo importante, precisa, es “ver cómo podemos hacer para que nuestros hijos no se sientan excluidos o no participen, que entiendan de verdad por qué Halloween no y por qué el Día de Todos los Santos sí, sin que se pierdan la fiesta o sin que sientan que nosotros somos malos con ellos si no los dejamos participar”.
En un video en Facebook del CEC, Giuliana propuso algunas ideas para hacer frente a esta situación. En primer lugar, “si nosotros metemos a nuestros hijos a un colegio católico y no en uno laico ya vamos a haber ganado un montón”, sin embargo, “si estás en un colegio que sí lo celebra, por lo menos no lo promuevas”.
La Máster en Matrimonio y Familia por la Universidad de Navarra (España) aconsejó que los mismos padres propongan al colegio otra fiesta temática que no implique decoración ni disfraces de Halloween, como la fiesta de la primavera.
Si el colegio los rechaza, “existe la alternativa y la posibilidad de organizar nosotros la fiesta en nuestra casa... y no hacemos alusión alguna a esa fiesta, y de esa manera los niños igual vienen, igual están disfrazados, pero nosotros podemos manejar un poco el concepto de la fiesta”.
Otra opción que varios padres ya han adoptado, es “no disfrazar a nuestros hijos de nada alusivo a Halloween”. Por el contrario, “podríamos vestirlos de un santito, o de algo que no sea tan ‘terrorífico’, por decirlo de alguna manera”.
La Directora del área de Familia del CEC recordó que los católicos “no celebramos Halloween, nosotros celebramos el Día de todos los Santos”, y salir a pedir caramelos no tiene relación alguna con esta fiesta cristiana.
“Lo que sí podemos hacer es, ya que es un día que se regalan cosas, que tal si nosotros buscamos algo en nuestra casa, ropa que ya no te quede, juguetes que ya no uses en buen estado y aprovechamos, los ponemos en una bolsa y vamos nosotros a regalarselos a un niño que necesite, a una persona, a una familia”, propuso Giuliana.
“De esa manera también les volteas que en lugar de recibir aprovechemos nosotros para dar algo más que caramelos. Es un buen momento para enseñarles que también es una oportunidad para nosotros hacer algo por alguien”, aseguró.
Finalmente, recordó que “nosotros educamos en el hoy y en el ahora, en la realidad que vivimos. Y frente a esa realidad nosotros tenemos que dar criterios a nuestros hijos para discernir lo bueno y lo malo”.
“No sirve de nada decir ‘oye esto no existe’, porque el día que salgan de nuestras casas, no van a saber cómo enfrentarse a la realidad que existe”, destacó Giuliana.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 25 de octubre de 2016
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