En declaraciones recogidas por el diario El Carabobeño, Mons. Reinaldo del Prette Lissot, Arzobispo de Valencia, exhortó “paternalmente” a los fieles a “tomar conciencia de la actual crisis sanitaria”.
En las últimas semanas se han presentado diversos reportes de casos de difteria en distintas localidades venezolanas. Entre los estados afectados se encuentra Carabobo, al que pertenece Valencia.
De acuerdo a la prensa local, se han reportado más de 30 casos sospechosos de difteria. En los últimos días se han reportado al menos dos muertos, presuntamente relacionados con la enfermedad.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) consideran a la difteria “una enfermedad grave causada por una toxina (veneno) producida por bacterias”.
La difteria, que “puede ser mortal”, explica CDC, “forma una capa espesa en la parte posterior de la nariz o la garganta que puede causar dificultades para respirar o tragar”.
“La difteria se propaga cuando una persona infectada tose o estornuda. Quienes no reciban tratamiento pueden propagar la enfermedad por alrededor de 2 semanas después de infectarse”, señala el organismo estadounidense.
La enfermedad se consideraba erradicada de Venezuela hace más de 20 años, pero reapareció en 2016.
CDC explica que “la mejor manera de protegerse contra la difteria es con la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tosferina”.
El Arzobispo de Valencia aseguró que cuando haya pasado el peligro de la epidemia, los fieles católicos podrán tomar la Comunión en la boca o en la mano, como lo permite la Iglesia.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 6 de octubre de 2017
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