La carta de Irene a su mamá enfermera: “Te extraño muchísimo”

El confinamiento social impuesto por la emergencia sanitaria causada por la pandemia del coronavirus hace que surjan problemas en muchos ámbitos, también en las relaciones interpersonales en el seno de las familias. Personalmente tengo la suerte de vivir en la planta baja del edificio donde viven mis papás, pero por precaución hemos decidido no entrar físicamente en contacto para evitar el riesgo de contagiarnos. Los saludamos desde el jardín y ellos desde la terraza, y se estruja el corazón al ver el gesto de mi hija de dos años quiera abrazar a sus abuelos. Por suerte mi niña puede todavía abrazar a su papá y a su mamá con quien pasa las 24 horas del día. Pero por desgracia esto no es así para todos los niños.

El amor, la nostalgia y el orgullo de la pequeña Irene

“Querida mamá, te extraño muchísimo, extraño tus abrazos, tus besos…”, así empieza la carta que Irene, una niña de 11 años le escribió a su mamá enfermera en el Hospital de Senigallia (viveresenigallia.it). ¡Qué sacrificio antinatural cuando padres e hijos, especialmente si son pequeños, no se pueden abrazar, ni besarse, ni acariciarse!

Esta crisis que provocado también que muchos médicos, enfermeras y personal sanitaria se autoimpongan el aislamiento de sus propias familias. Ellos trabajan en los hospitales donde se lucha contra el coronavirus, vuelven a casa agotados tras turnos de trabajo larguísimos pero, como temen contagiar a sus familias, deciden llevar una especie de aislamiento en sus propios domicilios. A veces, deciden incluso no volver a casa estos días.

Este es otro sacrificio de aquellos que cuidan a los pacientes que padecen COVID-19, una enfermedad que ha paralizado el mundo. Esto también puede ocurrir entre aquellos que forman parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado o entre el personal de los supermercados donde todos estamos obligados a ir para satisfacer nuestras necesidades alimentarias.

La carta

Mira el texto de la carta escrita por la niña de Senigallia a su mamá enfermera:

Querida mamá,

Te extraño muchísimo, extraño tus abrazos, tus besos,  de hecho todas las cosas que no se pueden tener estando lejos. ¡Todos tus mimos! Y también estar cerca de ti y sentirme protegida, dormirme sabiendo que estás junto a mí. No pienses que me siento mejor que Emma, al menos su mamá no está fuera por la noche. Estas noches me siento lejos de ti, porque cuando me despierto por la mañana no puedo llenarte de besos. Las tardes en las que estás en casa no puedo acercarme, solo estar en otras habitaciones como si no estuvieras. Por culpa de este coronavirus el mundo está sufriendo y tú con tus colegas, ¡demasiado! Pero a pesar de eso eres una guerrera, eres fuerte y valiente. Cuando esto termine te llenaré de besos. Te quiero al infinito. Tu pequeña Irene M.

P.D. Recuerda que esta situación no es culpa tuya. Tú eres una heroína (Ibidem)

Esta carta muestra qué supone para una niña vivir separada de su madre, su enorme necesidad de estar contacto en contacto con su madre con quien empatiza y comparte sus emociones. Una niña que intenta aliviar a su madre en su comprensible sentimiento de culpa. Ahora le tocará a su mamá responder a la carta de su hija, y aunque no podremos conocer su contenido, estamos seguros que mostrará todo su orgullo por esta hija que está madurando rápidamente “gracias” a este maldito virus.

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