"¡Sonríe y recomienza!", las poderosas palabras de un Papa persuasivo que han traspasado los siglos y ahora te animan a seguir
León I fue el primer papa en ser nombrado Magno (grande). Su grandeza quizás residía justamente en no rendirse jamás.
Él no se rindió ante los que atacaban la fe católica. No se rindió jamás ante el cansancio de enseñar a sus sacerdotes a ser “buenos pastores”.
No se rindió jamás de asistir y apoyar a aquellos que se alejaban de los buenos valores, acompañándolos hasta que encontraban el camino recto.
No se rindió jamás, ni siquiera delante del temible rey de los hunos Atila.
Siguiendo su ejemplo y sus palabras meditemos estas sabias palabras suyas, pidiendo ayuda a Dios, para no rendirnos jamás:
No te rindas nunca,
ni cuando la fatiga se haga sentir,
tampoco cuando tu pies tropiecen,
ni cuando tus ojos se quemen,
tampoco cuando tus esfuerzos sean ignorados,
ni cuando la desilusión te humille,
ni cuando el error te desanime,
tampoco cuando la traición te hiera,
ni cuando el éxito te abandone,
tampoco cuando la ingratitud te desaliente
ni cuando la incomprensión te rodee,
tampoco cuando el aburrimiento te derribe,
ni cuando el peso del pecado te aplaste.
Invoca a Dios, aprieta los puños, sonríe
¡y recomienza!
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