Cómo lograr que tus hijos lean este verano

Reserva y limita el uso de las pantallas a unas horas determinadas del día (si puedes, que sean pocas), y así será más fácil conseguir nuestro objetivo

Las lecturas son para el verano. Antes se decía que, de padres lectores, hijos lectores. Ahora, la competencia desleal de las pantallas hace que tengamos que dar un empujón más fuerte para que nuestros hijos lean. Nuestro gran aliado, al que no has de tener miedo, es el aburrimiento.

Reserva y limita el uso de las pantallas a unas horas determinadas del día (si puedes, que sean pocas), y así será más fácil conseguir nuestro objetivo.

El primer día resoplarán a tu alrededor, avisando de que ya no pueden soportar más esa cantidad ingente de aburrimiento… Tranquilo, eso es una buena señal: ahora estás más cerca del éxito.

Películas, series y cómics

Propón ver en familia películas o series basadas en novelas. Si la película o la serie les gusta, serán capaces de coger el libro con menos pereza.

Y si tú has leído el libro antes, podrás pincharles (sin hacer spoiler), podrás motivarles a no abandonar la lectura, apuntando retazos de cosas que pasarán, y que sabes que les gustarán.

Biblioteca, biblioteca, biblioteca. Pasear por los pasillos de la biblioteca municipal, recorriendo sus volúmenes, acariciando sus lomos, crea apetito lector.

El día que se llevan un libro de la biblioteca, se les graban algunos títulos interesantes en la memoria.

Cómics: tus grandes aliados. En un artículo de Miguel Sanmartín para la revista Misión, califica los cómics como “las chuches de la lectura”: “Un uso moderado del cómic introduce a la lectura y es un relajante intelectual”.

Libros clásicos de la infancia

Pero este verano te propongo una lectura que nos una un poco más. ¿Qué te parece que tus hijos lean todos los libros de los veranos de tu infancia?

¿Por dónde empezar? No tengo ninguna duda. Millones de lectores no pueden estar equivocados cuando se reconocen auténticos fans de esta autora británica: Enid Blyton.

Con ella, conoceremos a Los cinco. Julián, Dick, Ana, la prima, Jorge, y el perro Tim, nos invitan a trepidantes aventuras, perfectas y refrescantes para las jornadas veraniegas. Serán la gran motivación para buscar historias trepidantemente palpitantes fuera de las pantallas.

Torres de Malory y las Mellizas en Santa Clara hacen las delicias del público femenino, narrando los cursos que pasan en un internado.

También tiene un internado como escenario la colección de Puck, quien, desde su habitación del trébol de las cuatro hojas, nos hará emocionarnos, reír y llorar, con sus peripecias de adolescente y las de sus amigas. 

Si necesitamos sentir más riesgo, vivir más peligrosamente, nada mejor que La isla del tesoro.

Su jovencísimo protagonista, Jim Hawkins, una cara cortada, un cofre, un mapa, y que las horas estivales les cuenten lo demás.

Si te digo Viaje al Centro de la Tierra, La vuelta al mundo en 80 días, Viaje a la luna,…, tú ya sabes que detrás está la magia de Julio Verne. Pero, ¿lo saben tus hijos?

Preséntales a este magnífico autor este verano. Si tus peques no llegan a los 11 ó 12 años, hay versiones muy buenas adaptadas para niños desde 7 años.

Otras lecturas interesantes

¿Puede haber verano sin un buen asesinato? Pasar unos días de verano con Agatha Christie tendría que ser obligatorio.

Desenmarañar un crimen siendo todos los personajes de la obra posibles sospechosos, es un placer de esos que no se olvidan.

Además, consigue que nos quede un agujero en el alma cuando terminamos la última página del libro: nada mejor para crear adictos a la lectura. Diez negritos, Asesinato en el Orient Express, Un cadáver en la biblioteca,… Puedes cubrir todas las tardes de verano con asesinatos.

Louise May Alcott es muy conocida por su ópera prima, Mujercitas, pero merece una mención especial Hombrecitos, así como mi favorita, Corazón de oro (creo que es el libro que más veces ha leído en mi vida). También lo encontrarás bajo el título Una niña anticuada. Novelas llenas de contenido que escudriñan perfectamente el alma de los adolescentes. 

Y, para acabar, una muy buena opción para este verano es cambiar el mar por el río Mississippi, y acompañar a Tom Sawyer bajo la magistral batuta de Mark Twain. ¿Compartimos infancia con nuestros hijos a través de las lecturas de este verano? Why not?

family reading

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