En los Evangelios, escritos en griego, la expresión « hermanos de Jesús » aparece a menudo. Aunque en griego esta palabra se refiere a los hijos de los mismos padres, ello no significa por tanto que María tuviera otros hijos. De hecho, en el uso bíblico, abarca una realidad mucho más amplia.
En el Nuevo Testamento, escrito en griego, hay una decena de pasajes en los que se menciona a los « hermanos de Jesús ». Estas expresiones no se interpretan de manera unánime a causa de la imprecisión con la que se usa en los Evangelios la palabra griega hermano (αδελφος, adelphos).
Desde los primeros siglos hasta nuestra época, han prevalecido tres interpretaciones. Hoy en día, para muchos protestantes se trata de los hermanos de sangre de Jesús. La Iglesia ortodoxa considera que son medio hermanos de Jesús, de un primer matrimonio de José. Para los católicos son sólo de primos de Jesús.
La divergencia de interpretaciones viene del hecho de que en griego antiguo « hermano » y « primo » son dos palabras distintas, pero los evangelistas usan sólo la palabra « hermano ». En la cultura semítica (hebreo, arameo), de la que proceden los Evangelios, sólo existe la palabra « hermano » para designar al conjunto de los parientes que van del hermano de sangre al primo lejano.
Al escribir los Evangelios en griego, los autores no tuvieron en cuenta el sentido estricto de la palabra « hermano » en esta lengua sino que importaron ese uso semítico siguiéndolo así la Septuaginta (versión en griego antiguo de la Biblia en hebreo traducida por los judíos helenizantes entre los siglos III y I antes de Jesucristo).
Si se busca directamente en la Biblia en hebreo (Antiguo Testamento), el sentido de la palabra « hermano » se percibe que abarca, según los contextos, 17 significados diferentes. Por ejemplo: "hermano", como Caín y Abel; "medio hermano", como los 12 hijos que Jacob tuvo de cuatro mujeres distintas ; "pariente" como Lot, sobrino de Abraham; "miembro de una misma tribu" de las 12 tribus de Israel; "amigo" o "aliado"; "hermano en la fe".
Otras expresiones y pasajes de los Evangelios plantean también la misma duda respecto a los hermanos de Jesús. Pero situados en su contexto cultural, ya no se oponen a que Jesús sea el hijo único de María.
Las palabras de María al ángel « ¿cómo será esto, pues no conozco varón ?» hacen referencia a un voto de virginidad a priori imposible en la cultura judía del Antiguo Testamento. En efecto, respondiendo al mandato de Dios « Sed fecundos y multiplicaos », el matrimonio para procrear es en Israel la vía de santificación por excelencia. Sin embargo, hay excepciones bíblicas a esta regla y, en la época de María, según los manuscritos encontrados en Qumran, este voto de virginidad era a veces practicado en algunas corrientes judías.
El texto de San Mateo « y (José) no la conocía hasta que ella dio a luz un hijo » no implica que después del nacimiento de Jesús Jesús hubiera consumado el matrimonio con María, que habría tenido otros hijos. En la Septuaginta como en el Nuevo Testamento, la palabra griega heôs, « hasta», no indica necesariamente un « antes » y un « después ». Por ejemplo, cuando se dice que « Mikal, hija de Saúl, no tuvo ya hijos hasta el día de su muerte » no significa que los tuviera después de su muerte.
En San Lucas, la expresión : « dio a luz a su hijo primogénito » no implica otros hijos. En la Septuaginta, la palabra griega utilizada por San Lucas corresponde a una palabra hebrea que significa « aquel que abre la matriz ». Esta noción de nacido primero en la Biblia se refiere no a la idea de otros hijos, sino, en realidad, a una consagración especial del hijo a Dios. Así, Jesús será presentado en el Templo con el sacrificio prescrito por Moisés para el rescate de los primogénitos en el mes del nacimiento.
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