Por Carlos Álvarez
Cozzi
La agencia ACI da cuenta
que un tribunal de apelaciones de París (Francia) absolvió a ocho activistas
del grupo feminista radical “Femen”, que dañaron en 2013 una campana de la Catedral de Notre Dame.
El 12 de febrero de 2013, un día después de la
renuncia del Papa Benedicto XVI, un grupo de activistas de “Femen” ingresó a la Catedral de “Notre Dame”
haciéndose pasar por turistas, y se dirigió a la zona donde se exponía una de
sus campanas, “Marcel”, en honor a los 850 años de construcción del templo.
Las activistas de “Femen”, recuerda la
agencia, se descubrieron el pecho y comenzaron a golpear la campana con palos
mientras gritaban: “No más Papa”. En sus pechos llevaban escritos mensajes como
“No more Pope” (No más Papa), “Pope game over”(Se acabó el juego Papa) y “Bye
bye Benedict” (Adiós Benedicto).
También gritaban “In gay we trust” (Confiamos
en lo gay), debido a que el día anterior la Asamblea Nacional
de Francia había aprobado el proyecto de ley sobre el matrimonio
homosexual.
Las activistas fueron detenidas y retiradas de
la catedral por los guardias de seguridad. La campana quedó llena de rasguños.
El Tribunal
Correccional de París solamente realizó un juicio sobre el daño material a la
campana, pero no encontró culpables a las activistas de “Femen” porque, según
dijeron a los medios, “no había una forma de probar que las activistas hayan
sido las que dañaron la campana solo por haberla golpeado con palos” (sic). Por su parte, las
feministas indicaron en su defensa que habían cubierto los palos para no dañar
la campana.
En la historia de la
humanidad ha habido muchas sentencias injustas, empezando por la condena de
Jesucristo por parte de los judíos, ejecutada por medio de los romanos, pero
esta es paradigmática. Las agresoras salieron indemnes y los únicos sancionados
son los guardias que no hicieron más que cumplir con su deber, sacando de la Catedral a las
revoltosas, en estricto cumplimiento del derecho de admisión que todo
establecimiento tiene ante quienes, como en este caso, atentaron contra dicho
monumento histórico además de religioso.
Así vemos como
lamentablemente, ya no se trata de un empuje anticristiano en la Justicia , sino de una
asociación para delinquir encastrada dentro del propio Poder Judicial francés!
Porque de que otro modo se puede calificar este fallo francés? El video tomado
de los hechos es clarísimo, pero parece que los jueces del Tribunal
Correccional de París no lo vieron!!! Cuando los jueces pierden la
imparcialidad dejan de ser jueces y producen como en este triste caso, una
sentencia que ataca directamente el decoro del tribunal y del Poder Judicial
todo. Es la criticada una especie de “sentencia militante de género”, benigna
en extremo con las agresoras y draconiana con los ofendidos, que no son sólo
los católicos franceses sino los de todo el mundo, y no sólo los católicos,
sino todas las personas honestas que saben distinguir el bien del mal y lo
justo de lo inicuo. Así va el mundo.
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