En sus explicaciones sobre los capítulos de los Presupuestos del Estado, el Gobierno ha anunciado una interesante medida social que había pasado inadvertida: que las funcionarias podrán disfrutar de un permiso retribuido a partir de la semana 37 de embarazo, ampliando así los derechos que tienen por maternidad.
Curiosamente, en su catequesis semanal sobre la familia, el Papa reiteró, un miércoles del mes de agosto, su conocido pensamiento crítico hacia los sistemas que consideran la familia como un peso insoportable para las empresas. Y añadía que la gestión de la ocupación laboral es una gran responsabilidad humana y social que no puede ser dejada en manos de unos pocos que han “divinizado” el mercado.
Resulta especialmente llamativo, en este contexto, que el Gobierno español, acaso porque estamos en período electoral, se haya acordado de sus funcionarias con una medida que viene a impulsar la maternidad, aunque sea de una manera tímida.
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