Son muchos los estudiosos que han identificado el Rostro Santo de Manoppelo con el velo de Santa Verónica, en el que Jesús habría dejado una imagen de su rostro al limpiarse la cara en él de camino al Gólgota donde fue crucificado.
La Verónica fue una de las reliquias más veneradas por el Papa Inocencio III. El cual, en 1208, instituyó la procesión del Sagrado Rostro, que en el domingo después de la octava de la Epifanía se realizaba desde San Pedro hasta la iglesia de “Santo Espíritu en Sassia”.
La procesión resultó rápidamente un éxito y cientos de fieles participaban en ella, lo que llevó también a la construcción y ampliación del hospital del mismo nombre.
Esta participación fue uno de los motivos por los que Bonifacio VIII realizó el primer Jubileo, en el año 1 300. En los primero jubileos no se acudía a Roma para la Puerta Santa o para ver al Papa, sino para visitar las tumbas de Pedro y Pablo y también la Verónica.
Durante este tiempo, la parroquia también se ha convertido el centro de espiritualidad de la Divina Misericordia por iniciativa de San Juan Pablo II y está unida a Santa Faustina Kowalska, elevada a los altares precisamente por el Pontífice en el Jubileo del año 2000.
Esta vez, la peregrinación iniciará desde el final de la columnata de la Plaza de San Pedro a las 16 horas de Roma. A las 18:30 el Arzobispo y Prefecto de la Casa Pontificia, Mons. Georg Gaenswein, celebrará una Misa solemne conclusiva.
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— ACI Prensa (@aciprensa) diciembre 14, 2015
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