(InfoCatólica) Mensaje del Rector Mayor a los jóvenes, a las jóvenes de todas las Presencias Salesianas del Mundo en la Fiesta de Don Bosco
Mis queridos jóvenes de todo el mundo. Mis queridos amigos y amigas ¿Sabéis una cosa? Creo que puedo entender muy bien lo que sentía Don Bosco cuando escribía a los muchachos de diversas casas y oratorios diciéndoles que los extrañaba, que tenía verdadero deseo de regresar para estar con ellos. Yo puedo aseguraros que quisiera pasar la preciosa fiesta de Don Bosco en todos y cada uno de los lugares de nuestro mundo salesiano y saludaros personalmente. Y orar juntos. Y reírnos, y alegrarnos y cantar y danzar como lo solemos hacer como expresión de la alegría tan salesiana. «Nosotros hacemos consistir la santidad en estar siempre alegres» decía Santo Domingo Savio.
Como no podré estar presente más que en un lugar, por medio de este mensaje llamo a la puerta de vuestros corazones y, con delicadeza, os pido permiso para compartir con vosotros, chicos y chicas, mis mejores deseos de felicidad y santidad para cada uno.
Cuando estéis celebrando la gran fiesta de Don Bosco yo me encontraré en Sierra Leona, en el continente africano, con nuestros hermanos salesianos que han querido permanecer allí, incluso en los momentos más difíciles de la epidemia de ébola, acompañando a los muchachos y chicas que han perdido a su papá y a su mamá a causa de la enfermedad y que sólo nos tienen a nosotros como familia. Cuando me encuentre entre ellos les diré que los jóvenes de las presencias salesianas del mundo y toda nuestra Familia Salesiana piensa en ellos.
Y yo, pensando en vosotros y en un mensaje que pueda ser vuestra referencia en la fiesta de Don Bosco, os digo esto: Mis queridos jóvenes, dejaos conquistar por Jesús.
En sintonía con lo que he sugerido a toda la Familia Salesiana del mundo, a vosotros os invito a que os dejéis «robar» el corazón por el Señor. Mis queridos jóvenes, no tengais miedo de que el Señor forme parte importantísima de vuestras vidas. No tengáis miedo de que vaya calando tan profundamente en vuestro corazón que ya no podáis vivir sin Él.
Quizás alguno me pregunte por qué os digo esto. Pues, primero porque os quiero bien, y porque deseo para todos vosotros, chicos y chicas, una vida plena y feliz; segundo, porque sé que Don Bosco os lo diría, como se lo decía a sus muchachos de Valdocco, y tercero y más importante, porque es verdad: es muy cierto que con Jesús todo tiene una luz propia.
No esperéis que en la propia sociedad, ciudad o lugar donde vivís, sean muchos quienes os hagan esta invitación. No está de moda. Pero el Amor de Dios para cada uno de vosotros, mis queridos jóvenes, no es una moda sino una realidad que llega a todos los lugares y a todas las personas si dejan que en su corazón resuene su voz.
Y qué os propongo en concreto:
- Os propongo que os detengáis siempre que podáis para escucharos, para entrar en vuestro propio mundo interior, para escuchar su voz interior.
- Os propongo que una vez en vuestro interior busquéis la presencia de Dios que es Amor, Vida y siempre Novedad: os invito a hacer la experiencia de descubrirlo y reconocerlo.
- Os propongo que os dejéis ayudar en este ser buscadores de Dios para aprender a leer la vida como bendición de Dios, maravillándoos de su presencia y de sus huellas en vosotros, a reconocerlo como quien de verdad os busca, está con vosotros y vive en vosotros.
- Os propongo que viváis experiencias que os lleven al encuentro personal con Jesús, un encuentro que siempre os fascinará y dará solidez a vuestras vidas.
- Os propongo que vayáis madurando una verdadera amistad con Jesús, amistad que fortaleceréis en la oración personal y comunitaria, en la Eucaristía y la Reconciliación.
- Os propongo que le pidáis a Dios Padre que os conceda el Don del Espíritu que os hará optar por ser decididamente de los suyos, de los que siguen a Jesús.
- Os propongo que aprendáis a valorar más aún la familia, la amistad, la fraternidad y solidaridad con quien sufre.
- Os propongo algo precioso también: que os atreváis al desafío de aceptar la vida como donación y como servicio que sin duda os hará mejores y dará pleno sentido a vuestra vida.
Y todo esto hasta llegar a madurar vuestro propio proyecto de vida, haciendo realidad el sueño de Dios para cada uno de vosotros y vosotras, sabiendo que sea cual sea este sueño siempre será garantía de felicidad.
Mis queridos jóvenes: termino como inicié mi saludo, deseándoos una muy feliz fiesta de nuestro Amado Don Bosco. Que la Auxiliadora, Madre que lo ha hecho todo, siga siendo puerto seguro para vosotros y que el Señor Jesús siga conquistando vuestros corazones y vuestras vidas .
Un abrazo con verdadero afecto.
Ángel Fernández Artime, sdb
Rector Mayor
Publicar un comentario