Sus puntos más polémicos y la enseñanza de la Iglesia
El Consejo de Ministros del Gobierno de España da luz verde al anteproyecto de la ‘Ley Trans’, en medio de una gran polémica. Pasará por el Congreso antes de su aprobación definitiva, donde es necesaria mayoría simple. Pero, ¿cuáles son los aspectos más polémicos de la norma?, ¿qué dice la Iglesia? ¿y los expertos?
Los puntos más polémicos
Autodeterminación de género.
Es decir, que las personas transexuales ya no estarán sujetas a ninguna autoridad médica o legar para poder cambiar su género. No hace falta más requisito que su “voluntad libremente manifestada”. Se eliminan por tanto la necesidad de un informe médico o psicológico que acreditasen que existe ‘disforia de género’.
Menores de edad.
Ya con 16 años cualquier persona puede rectificar su sexo. También lo podrán hacer aquellos menores de 14 y 15 años si les asisten sus padres. Cuando haya desacuerdo entre progenitores y un menor, será un “defensor judicial” quien decida. Para quienes tengan entre 12 y 15 años, deberán hacerlo a través de sus representantes legales. Todo se realizará en un proceso administrativo de unos cuatro meses de duración.
Hormonas y cirugía.
Se estipula que ya los menores en las edades antes mencionadas pueden comenzar con tratamientos hormonales: bloqueadores al inicio de la pubertad y tratamiento hormonal cruzado. También que podrán someterse a cirugía sin el consentimiento de sus padres. Los tratamientos serán gratuitos. Las prestaciones incluyen la asistencia sanitaria necesaria para el tratamiento hormonal, la terapia de voz, cirugías genitales, mamoplastias, mastectomías y material protésico.
Reproducción asistida y otros.
La ley incorpora además a las personas transexuales con capacidad de gestar a las técnicas de reproducción asistida. Además, se contemplan medidas en las escuelas para que los alumnos sean tratados de acuerdo con la identidad de género que exprese voluntariamente.
¿Qué dice la Iglesia Católica?: “Hombre y mujer los creó”
La portavoz de la Conferencia Episcopal en España ha manifestado su preocupación por esta ley. El presidente de la Subcomisión de Familia de la CEE, Mons. José Mozuelos, asegura que “esta ley engaña y manipula niños” y que consigue “la reducción del hombre a la cultura, negando la natura”.
La Iglesia recuerda que la diferencia varón-mujer está en la antropología cristiana, que ambos sexos tienen la misma dignidad ante Dios y que sus diferencias no pueden ser vistas como desigualdad.
En este sentido, para los obispos que la diócesis de Alcalá y Getafe sostienen en un documento que “en los presupuestos que justifican esta ley, el legislador se muestra heredero de la ideología de género que, con pretensiones científicas, supone un rechazo total de la teología de la creación y de la redención”. Añaden además que invaden el derecho de los padres a educar a sus hijos.
El Vaticano ha enviado un documento titulado “Hombre y Mujer los creó” a las escuelas católicas de todo el mundo. Publicado por el Departamento de Educación Superior de la Iglesia Católica, recoge las posiciones expresadas por el Papa Francisco.
Defiende que «la complementariedad de los dos sexos responde al diseño de Dios en la vocación recta de cada uno». Y asegura que «la ideología de género pretende responder a aspiraciones a veces comprensibles, pero quiere imponerse como un pensamiento único que determine incluso la educación de los niños»
Críticas de colectivos médicos, psicológicos y familiares a la ‘Ley Trans’
Elimina el sexo biológico.
Ya no importa cómo se nace, sino cómo se siente cada uno en cada momento. La referencia al sexo biológico se vincula simplemente a un procedimiento registran o una asignación en el momento del nacimiento por parte de terceros. Para Javier Rodríguez, director del Foro de la Familia, la ley impone “una visión antropológica del ser humano que ensalza lo subjetivo sobre lo objetivo, lo que “se percibe” sobre lo que es”.
Excluye a los médicos y psicólogos.
Para expertos como Jesús de la Fuente Arias, vicedecano de investigación de la Facultad de Educación y Psicología de la Universidad de Navarra, es inexplicable que «los profesionales queden excluidos del proceso de evaluación y sólo se les solicite participar para el momento de la intervención».
Asimismo, el hecho de que los menos con 16 y 17 años estén en un proceso de maduración requiere, para los expertos, un seguimiento y acompañamiento psicológico del adolescente antes de tomar esa decisión. Javier Urra, psicólogo infantil, cree imprescindible “una exploración psicológica por alguien muy experto en estas temáticas y en niños» porque “un niño no es maduro hasta los 21 años”. Los informes psicológicos son, para Urra, “garantías de que estamos ante un problema de identidad sexual”.
Excluye a los padres.
La norma parece ver a los padres como un freno o impedimento para los jóvenes. Lejos de verles como las personas que más quieren a sus hijos, plantean hasta un mediador legal cuando no existe acuerdo entre niños y padres.
Legalmente, los padres tienen la tutela de sus hijos hasta la mayoría de edad, pero en este asunto quedan excluidos pese a la importancia de una decisión que implica hormonación y hasta cirugía genital para los mayores de 16 años.
Para Javier Rodríguez, director del Foro de la Familia “parece evidente que el ejecutivo se ha encontrado con un importante obstáculo en los padres a la hora de imponer -sobre todo a menores de edad- ese «nuevo orden social»; y que, en consecuencia, ha puesto a funcionar la maquinaria legislativa para menoscabar nuestros derechos y libertades y, antes que eso, nuestras responsabilidades inherentes a la crianza de nuestros hijos”.
No hay vuelta atrás.
Médicos y psicólogos no entienden las ‘prisas’ por someterse a cirugía ya desde los 16 años. Como recuerda Javier Urra, el 20% de los que deciden cambiar su identidad sexual se arrepienten cuando son mayores “y deciden volver a la situación primigenia”.
Publicar un comentario