Así señaló el Pontífice en la Audiencia General del miércoles 23 de junio al recordar la próxima Solemnidad de San Pedro y San Pablo.
La Iglesia Católica celebra cada 29 de junio a los Santos Pedro y Pablo, patronos de Roma.
En esta línea, el Santo Padre exhortó “pidamos al Señor, por intercesión de los santos apóstoles Pedro y Pablo… que nos ayude a abrirnos a su gracia, para poder ver, juzgar y actuar desde la verdad y la libertad que proceden del encuentro con Cristo”.
Al iniciar con una serie de catequesis sobre la Carta de San Pablo a los Gálatas el Papa destacó que San Pablo indica el camino de la libertad “siempre nueva, de Jesucristo muerto y resucitado, el camino de la confianza mansa y obediente, en la certeza que el Espíritu Santo actúa en cada época de la Iglesia”.
Además, el Santo Padre esperó que “el ejemplo del celo misionero de San Pablo anime a cada uno a proclamar y vivir la verdad del Evangelio con alegría”.
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