Es fundamental para dar la retroalimentación sobre el desempeño, persuadir al equipo para que gestione un cambio, o venda un producto o servicio
¿Cómo nos aseguramos de que nuestra comunicación es efectiva? La neurociencia nos enseña factores como el contacto visual, el lenguaje corporal y otras fuentes importantes de información.
La comunicación efectiva es una habilidad cada vez más valorada en el mundo de los negocios.
La posibilidad de no transmitir el mensaje deseado o dar una impresión equivocada están ahí.
Pero la investigación en neurociencia ha descubierto formas específicas para ajustar nuestro mensaje.
Es fundamental para dar la retroalimentación sobre el desempeño, persuadir al equipo para que gestione un cambio, o venda un producto o servicio, para asegurarse de que otros nos escuchen o presten atención al mensaje y actúen. Ahí es nada.
Pasar a la acción
Dos de los métodos más efectivos para conectarse con nuestra audiencia, ya sea un individuo o un grupo, son mantener el contacto visual y manejar el efecto espejo (imitar sutilmente los gestos de la otra persona).
Ambos métodos conducen la sincronización de ondas cerebrales, que están vinculadas al compromiso, el aprendizaje y una buena relación.
Ambos métodos son mucho más difíciles de hacer cuando la comunicación no es presencial, pero eso no significa que no se puedan aplicar.
5 ideas para hacerte entender mejor
Podemos probar alguna de las siguientes ideas para mejorar nuestras posibilidades de ser escuchados.
1Contemos una historia
Escuchar la misma historia, palabra por palabra, no necesariamente creará un compromiso colectivo y cerebros sincronizados.
Porque todos tienen sus propias experiencias, prejuicios y distracciones que pueden interferir en el camino de un entendimiento común.
Para sincronizarse, el grupo necesita dar sentido a lo que escuchan de manera similar. ¿Cómo? Aplicando las técnicas de la neurociencia para el aprendizaje y el desarrollo.
Stella Collins lo explica en su libro Cómo aplicar la neurociencia y la psicología para mejorar el aprendizaje y la capacitación.
La investigadora describe cómo los oyentes deben tener el mismo marco de referencia cuando escuchen nuestro mensaje. Esto hará que el grupo se sincronice.
Antes de contar la historia, expliquemos qué significa o por qué la estamos contando para que todos estén en sintonía.
2Cambiar mentalidades
Es posible cambiar comportamientos alentando a las personas a enfocarse primero en algo más grande que ellos mismos.
La investigadora en comunicación Emily Falk, de la Universidad de Pensilvania, muestra que los mensajes difíciles se enfrentan con un impulso natural de autodefensa que puede bloquear la comprensión.
Para combatir esto, Falk y sus compañeros de investigación pidieron a las personas que pensaran en las cosas que más les importaban (como la familia, los amigos o la espiritualidad). Y también que desearan repetidamente el bienestar de otras personas (tanto contactos cercanos como extraños).
Participar en estas prácticas trascendentes abrió sus mentes a información que no querían escuchar y motivó una mayor actividad durante los siguientes tres meses.
Esta práctica es tan efectiva para los líderes empresariales como para los directores deportivos e incluso los políticos.
3Lenguaje sencillo
Cuando intente maximizar el compromiso con su comunicación verbal, tenga en cuenta que la sincronía cerebral se ve obstaculizada por la complejidad.
Algunas investigaciones encuentran que los mensajes más efectivos -en términos de crear sincronía cerebral e impulsar la venta de tickets- tenían la menor cantidad de palabras y la menor cantidad de rostros y estímulos en la pantalla.
Cuanto más simple sea el mensaje, más fácil será de entender y, en última instancia, es más probable que sea recordado.
Los investigadores Chip y Dan Heath indican que el primer principio para hacer que las ideas sean entendidas y recordadas es la simplicidad.
Pero argumentan que no todo es “brevedad y dulzura”. Los Heath dicen que se trata de comunicar un núcleo esencial, algo que es a la vez simple y profundo.
4Subir el volumen ligeramente
Hablar un poco más alto de lo normal y variar el volumen general aumenta la percepción de confianza, lo que a su vez nos hace más persuasivos.
Hay trabajos que muestran que las personas parecen más humanas cuando escuchamos su voz.
Nuestra mente les concede más sentido, pensamos en ellos más como personas reales cuando hablan.
Por eso, la comunicación funciona mejor con encuentros presenciales. Y esto se relaciona con otro hallazgo: eres más persuasivo en persona que en un correo electrónico.
5Hagamos de la retroalimentación un camino de doble sentido
Si al acabar nuestra exposición pedimos opiniones se incrementa la frecuencia cardíaca de la audiencia.
Por el contrario, si al comienzo advertimos que después de nuestra intervención pediremos opiniones se reduce la “respuesta a la amenaza”. Así ayudaremos a nuestra audiencia a prepararse para escuchar y procesar nuestra información.
Antes de explicar alguna idea potencialmente difícil de escuchar, es recomendable programar una reunión y solicitar a un colaborador que nos evalúe.
Es fundamental que escuchemos sin críticas, nos tomemos nuestro tiempo para responder e incluso utilicemos la duplicación repitiendo los comentarios con sus propias palabras («déjame asegurarme de que entiendo lo que dijiste»).
Luego vuelva a organizar un ensayo con su colaborador y asegúrese de que ha rectificado y mejorado el mensaje.
Cómo lo usan las empresas
Si la empresa tiene como propósito la inclusión, pero no se logran los objetivos, probemos a contar una historia sencilla centrada en estos valores.
Comencemos recordando a nuestra audiencia que la inclusión siempre ha sido un valor central de la empresa.
Y citemos algunos de nuestros esfuerzos hacia el objetivo de alcanzar una mayor diversidad, incluida la fundación, el apoyo y la participación en una serie de iniciativas que ya pueden estar en curso.
Admitamos que ninguno de estos esfuerzos ha sido suficiente. Describamos la dificultad del trabajo por delante y el hecho de que no hay soluciones rápidas.
El índice World’s Simplest Brands de la empresa Siegel+Gale clasifica a las marcas líderes en simplicidad. Y pregunta a más de 15.000 personas en nueve países qué marcas e industrias brindan las experiencias más simples, lo que en última instancia reduce el estrés y mejora la experiencia de los consumidores en cualquier parte del mundo.
Simplicidad
Esta investigación concluye que las organizaciones que proporcionan experiencias sencillas a los usuarios de cualquier parte del mundo tienen clientes más leales, pueden cobrar más y tener mayores ingresos que competidores más complejos.
Las marcas que obtuvieron mejores resultados tanto en las categorías globales como nacionales tendieron a ser aquellas en las que los consumidores confiaron durante la pandemia. Eso no es casualidad.
La pandemia hizo la vida más difícil, y el índice World’s Simplest Brands descubrió que las personas quieren experiencias transparentes, directas y simples que les hagan la vida más fácil.
Las marcas que encabezaron esta lista simplificaron no solo la experiencia de consumo; simplificaron la experiencia humana, se enfocaron en la persona.
Otro ejemplo son las empresas que hacen que los gerentes proporcionen comentarios a sus subordinados directos y que estos les envíen comentarios cada dos semanas.
Se alientan las opiniones honestas, incluidas aquellas sobre mejoras comerciales que son iniciativas impulsadas por los empleados que mejoran la experiencia del cliente y crean mayores niveles de compromiso.
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