Un sacerdote venezolano impulsa esta orientación que salva vocaciones y también la psiquis de muchos jóvenes y adultos
God’s Plan significa
Plan de Dios
, pero la idea no es pretender una exclusividad sobre los designios divinos, sino ayudar a tantos jóvenes desorientados a discernir para comprender qué es lo que Dios desea de ellos. Es -lamentablemente- muy común saber de jóvenes que se deprimen, que se confunden o que no atinan a saber qué hacer con sus vidas en un entorno competitivo y por ende hostil. Esa depresión puede ser peligrosa y alcanzar los picos que ya conocemos de muchachos que sienten un verdadero vacío que se les hace insoportable y pueden incluso llegar a tener ideas suicidas y cometer suicidio.La primacía de la presión que ejercen las redes en las decisiones que frecuentemente se toman o la desinformación que en ocasiones se apodera de ellas hace que la gente joven, que aún no ha terminado de enrumbar sus vidas, se sienta incapaz de tomar las riendas de su futuro y encaminarse exitosamente hacia lo que le conviene. Contar con Dios es indispensable pues él tiene planes con nosotros y, lo entendamos o no, siempre apuntan a lo que nos conviene.
Es lo que ha llamado la atención de un joven sacerdote venezolano perteneciente a los Legionarios de Cristo y encargado de su Pastoral Vocacional en Venezuela, el padre Elías Sayegh, quien trabaja en Caracas pero frecuentemente viaja por todo el país. Anima a jóvenes y colaboradores para enrolarse en esta especie de cruzada por el discernimiento, inspirado en las enseñanzas de San Ignacio de Loyola.
Dos proyectos
Conversando con Aleteia, el padre Elías nos confiaba la gran cantidad de jóvenes que no atinaba a identificar lo que Dios quería con sus vidas y menos entender el llamado vocacional, si era el caso. La experiencia de él mismo ilustra lo que ahora ve reflejado en tantos jóvenes.
“El tema del discernimiento –nos cuenta- comenzó como una inquietud personal. Hace varios años, cuando creía que tal vez Dios me pedía que fuera sacerdote, pasé mucho tiempo huyendo de ese plan de Dios para conmigo. Tenía mucho miedo de aceptar que Dios me pidiera eso. Más adelante, en mi primer año de seminario, quise lograr claridad sobre qué hacer con mi vida. Necesité buscar herramientas para poder lidiar con eso, para ser capaz de reconocer cuándo algo viene de Dios y cuándo no. En medio de ese recorrido personal que me ayudó tanto a obtener claridad sobre lo que Dios quería de mí, comprendí la riqueza de la enseñanza sobre el discernimiento ignaciano.»
«Ya a punto de ser sacerdote -añade- y estudiando en Roma, sabía que me enviarían a trabajar a Venezuela. Tenía dos deseos en mi corazón: hacer un proyecto para ayudar a los más necesitados y enseñar a discernir a los jóvenes”.
El primer deseo se le cumplió con un proyecto humanitario que llamó “Coromoto 2020”, dirigido a prestar auxilio a las personas más vulnerables. El segundo era dar a conocer la enseñanza del discernimiento, en otras palabras, descubrir una gracia por la cual Dios te permite saber qué es lo que quiere de ti.
Una vez en Venezuela comenzó a dictar cursos en Mérida, Barquisimeto, Caracas… y llegó la pandemia. Nos encerramos todos. Durante ese encierro germinó Coromoto 2020 y en ese lapso probó a dar un curso online. “Para mi sorpresa –cuenta- , sin tener ni Facebook ni Instagram, sólo email y Whatsapp, se inscribieron 1.700 personas. De Venezuela y de muchos otros países. Fue algo muy raro pues yo no era un influencer, no era conocido, yo no era nada. Simplemente invité, la invitación corrió y ese fue el resutado”. Parte del Plan de Dios.
La tecnología no ayuda pero Dios sí
«En aquel momento me encontraba en Mérida atendiendo a un grupo de muchachos que estaban en el dilema de si entraban o no al seminario. Dicté mi curso, todo un fin de semana en cinco conferencias. Allí hubo errores técnicos pero la gente dijo que fue excelente, gustó mucho pero terminé la jornada muy triste y frustrado. Las típicas cosas que ocurren en este país: un día se fue la luz, tuve que ir a otro lugar a que me prestaran el internet. Fui resolviendo cada inconveniente pero todo con infinidad de obstáculos. El domingo, al final de curso, preguntaba a Dios ‘¿para qué permitiste que se inscribiera tanta gente para que esto no quedara bien?’”.
En realidad, esas cosas pasan en las mejores universidades del país pero él igual se sentía mal. Y fue cuando llegó a una conclusión: Dios no quería un solo curso, quería que lo grabara, lo publicara y eso fue lo que hizo. Apareció un camarógrafo en bicicleta, lo grabó durante dos días y ese fue el inicio de unos cursos por donde hoy ha pasado una parte considerable de nuestra juventud.
Discernir sobre la vida
La enseñanza del discernimiento puede ser para jóvenes con vocación religiosa o para cualquier persona porque es un discernimiento de vida. Está ayudando, por ejemplo, a quienes dudan entre quedarse o irse del país; a quien se plantea salir con una u otra joven; también ayuda a adultos quienes, sinceramente, se saben en una constante búsqueda sobre lo que nos va pidiendo la vida. “Particularmente quise que fuera muy amplio y general –explica- porque todos tenemos que prepararnos para entender lo que Dios nos va sugiriendo en todos los aspectos”.
Le puso ese nombre, God’s Plan (Plan de Dios) «porque uno de los jóvenes le comentó que existía una canción – de un judío, Drake, muy famoso al que jamás había escuchado- llamada así. Me recomendó que el curso se llamara así y que el video promocional tuviera ese fondo musical. Fue exitoso el asunto pues los jóvenes asocian el Plan de Dios con ese tema musical que tanto les gustaba.»
Escalando al Cielo
Continuaron los problemas debido a la situación del país. Dios facilita y el diablo complica. Seguía sin recursos pero se apoyó en sacerdotes que tenían muchos seguidores, especialmente el padre Luis Toro, que tiene más de un millón de seguidores en Youtube. Vivía en un pueblito en Los Andes (estado Táchira) y hasta allá fue a buscarlo. Un camino enrevesado lo esperaba, tan empinado que parecía el camino al Cielo. Fueron tres horas subiendo la montaña para poder llegar. “Mi ingenuidad fue providencial –cuenta riendo- porque, de conocer que era tan lejos, tal vez no hubiera ido”.
Cuando le tocó la puerta al padre, él estaba feliz de que alguien llegara hasta allá y le diera compañía”. Allí publicaron el primer capítulo de la serie pues son cinco, de media hora cada uno, en su canal de Youtube”.
Más de 100.000 visitas llegaron en poco tiempo, lo cual ayudó mucho. Poco a poco, fueron consolidando su propio canal y la gente ingresa cada vez más.
Uno de sus amigos del colegio había montado un estudio de grabaciones y le recomendó hacer podcast a fin de lograr un seguimiento con la gente que hacía el curso. Confiesa que todo ha sido un descubrimiento para él.
Un proyecto nuevecito
En noviembre pasado comenzaron a publicar los cursos. Sólo llevan 8 meses pero ya son miles las personas que los han visto y es un éxito para un contenido tan denso y espiritual. Su clave es la constancia, el no abandonar, persistir. Sus números son excelentes y ayudan a muchísimas personas en este ambiente tan tenso y demoledor que se vive, no sólo en Venezuela sino en el mundo. “Pero hay que confiar en Dios –repite- nos ha ido bastante bien y estoy convencido de que lo que puede venir es mucho mejor”.
Retiros presenciales
Ya God’s Plan está realizando retiros presenciales con muy buena asistencia. A poco tiempo de Caracas tuvieron un retiro con 70 jóvenes. Ellos sienten el bien que les hizo participar. Se cumple el objetivo de dar herramientas a los muchachos y muchachas para obtener claridad sobre lo que Dios quiere de ellos.
Por supuesto que a los jóvenes que se encuentran en discernimiento vocacional les ofrece un seguimiento prioritario y más profundo. “Es aquello en lo que me he especializado y tengo que hacer economía del tiempo y la energía porque no todo lo puedo atender”. Y dice bien, pues el que mucho abarca poco aprieta. En eso está claro. Hay grupos de este estilo en muchas ciudades del país y vive como un trompo, girando por toda la geografía nacional.
Servicio a la Iglesia
El P. Elías es Legionario de Cristo, pero el servicio que presta es para la Iglesia en general. “Hay países como Estados Unidos e Italia donde se profundiza en el discernimiento. A nosotros nos falta y por ello mi compromiso es extender esta enseñanza en Venezuela y, si fuera posible, lograr que en cada seminario se preparara a los futuros sacerdotes, párrocos o capellanes, para que también la pudieran impartir y con ello ayudar a cualquier persona a comprender la presencia de Dios en sus vidas”. Apoyo no le ha faltado.
De la desorientación al descubrimiento
“He notado mucha disposición de aprender sobre esto. He recibido a muchos jóvenes que llegan completamente desorientados en torno a qué hacer con sus vidas, llenos de incertidumbre. Se angustian mucho y cuando uno les propone este plan sienten cómo se les abre el camino y descubren, poco a poco, lo que llenará de sentido su existencia”.
Cree que es muy pronto para hacer un balance o un juicio de lo conseguido hasta ahora: “Es prematuro, pero pienso que por ahora vamos bien. En medio de redes, donde se consiguen tantos influencers muy mundanos y superficiales, los jóvenes se sienten atraídos por los contenidos con valores, lo que ha sido muy bueno. Sólo estamos comenzando.»
Un día emprenderá un curso sobre el sacerdocio. «En las redes no he encontrado ofertas realmente profundas sobre este tema. También vamos a replicar nuestros retiros con jóvenes por toda Venezuela pues los resultados han sido muy buenos. Los ofreceremos a los movimientos católicos, a las pastorales juveniles de las diócesis y a los colegios católicos pues hemos notado que los estudiantes llegan al final del bachillerato y no saben qué hacer. Hay muchos que se gradúan y pasan uno o dos años sin hacer nada, sin escoger carreras, no trabajan, andan confundidos y sin saber qué hacer. Lo he planteado a los colegios y la respuesta ha sido muy positiva”.
Quiere decir que hay
God’s Plan
para rato y el padre Elías tendrá que entrenar voluntarios para tener equipo. El trabajo que le espera no es poco.
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