La Basílica de Santa Maria di Collemaggio en L’Aquila, es una basílica católica construida en 1288 por voluntad de futuro Papa Celestino V, donde todos los años se festeja la "Perdonanza"
En 1275 un pobre ermitaño benedictino llamado Pietro, conocido como del Morrone, regresa de Lyon después de aprobar la fundación de una nueva orden monástica, la de los Hermanos del Espíritu Santo; y sueña que se le aparece la Virgen, diciéndole que construya una iglesia en su honor.
Es así como Pietro, obedeciendo a su Señora, decide llevar a cabo tan grandioso proyecto y se pone en marcha para dar vida a Santa Maria di Collemaggio, consagrada en 1288.
El 5 de julio de 1294, para su gran sorpresa, ese ermitaño es elegido Papa, y viene coronado el 29 agosto 1294 en la misma basílica que tanto deseaba, con el nombre de Celestino V.
Sin embargo, después de solo cuatro meses en el cargo, Celestino V renunció a su cargo. Fue capturado cuando estaba a punto de salir de Roma, deseando volver a ser un ermitaño, y fue encarcelado en la fortaleza de Fumone, donde murió el 19 de mayo de 1296.
Al principio pasó a la historia como el «papa del gran rechazo», dejando a la curia eclesiástico consternada y probablemente furiosa. Pero más tarde, su popularidad de santo ermitaño lo llevó a ser canonizado pocos años después de su muerte, en el 1313.
La Bula del Perdón
A un mes de su coronación, el 29 de septiembre de 1294, el Papa Celestino V promulga una bula papal con la que concedía indulgencia plenaria a toda la humanidad, sin distinción.
La bula, denominada Inter sanctorum solemnia y más conocida como la Bula del Perdón, introducía los conceptos de paz, solidaridad y reconciliación. Y fijaba únicamente dos condiciones para obtener el perdón: la entrada en la basílica de Santa Maria di Collemaggio «desde la víspera de la fiesta de San Juan hasta las vísperas siguientes a la fiesta»; es decir, en el período comprendido entre la tarde del 28 y la del 29 de agosto de cada año. Con la condición de estar «verdaderamente arrepentidos y confesos».
Al emitir la Bula del Perdón, Celestino V prácticamente da vida al primer Jubileo Universal de la Iglesia Católica.
Y para ganar la indulgencia hay que pasar por una puerta específica, que solo se abre para tal evento, la llamada Puerta Santa.
Actualmente el Jubileo o «Año Santo» tiene lugar cada 25 años, y en él se concede la indulgencia plenaria. Puede ser ordinario o extraordinario.
El Año Santo ordinario, o año jubilar, es el celebrado en los intervalos preestablecidos; mientras que el jubileo extraordinario es el proclamado como celebración de un hecho destacado. El último en este sentido fue el «Jubileo de la Misericordia», convocado por Papa Francisco para celebrar el quincuagésimo aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II.
«La Perdonanza»
Sin embargo, para conmemorar este importante evento histórico, en Santa Maria de Collemaggio, todos los años los días 28 y 29 de agosto, L’Aquila renueva el rito solemne de la Perdonanza, la indulgencia plenaria perpetua que el Papa Celestino V instituyó.
La «Celebración del Perdón Celestiniano» o Perdonanza, ha sido incluida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad desde el año 2019.
Este año, con motivo de la 728ª edición de la Perdonanza Celestiniana, está prevista la visita pastoral del Papa Francisco a L’Aquila.
La basílica
La basílica de Santa Maria di Collemaggio está ubicada justo fuera de las murallas de la ciudad de L’Aquila, en la colina del mismo nombre.
Está considerada la máxima expresión de la arquitectura de Abruzo, así como el símbolo de la ciudad, declarada monumento nacional en 1902.
Esta se caracteriza por una compleja fusión de estilos románico, gótico y barroco debido que ha sido remodelada varias veces a lo largo de los siglos; principalmente debido a los daños causados por los frecuentes terremotos.
De hecho, con el último seísmo grave, el 6 de abril de 2009, la Basílica de Collemaggio sufrió graves daños estructurales y numerosos derrumbes: los daños costaron 15 millones de euros.
Su maravillosa fachada posee tres refinados rosetones de estilo gótico, de los cuales destaca el central, con doble hilera de columnas y arcos. En la parte lateral izquierda se encuentra la Puerta Santa.
Internamente la basílica está dividida en tres naves de las cuales la derecha. Los arcos, ocho de cada lado, son ojivales y descansan sobre pilares octogonales.
Destacan las pinturas de la Virgen con las Santas Inés y Apolonia, la Asunción y coronación de la Virgen y la Crucifixión y el famoso ciclo pictórico con Historias de la vida del Papa Celestino V de Carl Ruther de Danzig, alumno de Rubens.
En el centro de la nave había un precioso órgano que fue destruido en el terremoto de 2009. Y en el ábside de la derecha se encuentra el sepulcro del Papa Celestino V, cuyos restos llegaron a L’Aquila en 1327.
Una curiosidad
La basílica tiene una orientación astronómica que coincide con el día de la Asunción de María, a la que está dedicado el edificio.
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