Dice el Papa en su mensaje cuaresmal que hemos de vivir una pobreza a través de la cual nos enriquece a todos, con esto no quiere proponer un juego de palabras sino mostrar la lógica del amor de Dios. A imitación del Maestro, añade el Papa, los cristianos estamos llamados a mirar las miserias de los hermanos, a tocarlas, a hacernos cargo de ellas y realizar obras concretas a fin de aliviarlas. A este propósito reitera que cuando el poder, el lujo y el dinero se convierten en ídolos, se destruye al hombre y aumenta la injusticia. El tiempo de Cuaresma reclama de los cristianos un renovado anuncio del amor de Dios a cuantos viven en la miseria material, moral y espiritual. Y eso sólo podremos hacerlo siguiendo a Cristo, que se hizo pobre y nos enriqueció con su pobreza. Nos hará bien preguntarnos de qué podemos privarnos a fin de ayudar y enriquecer a otros con nuestra pobreza.

Publicar un comentario