Una nueva teoría de la familia, o si se quiere una nueva ‘perspectiva del papel de la familia en nuestra sociedad, es el último estudio realizado por Josep Miro i Ardévol, con el patrocinio de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), que será publicado en un futuro próximo. La tesis de fondo es demostrar las causas que hacen que la familia sea decisiva, sobre todo en el medio y largo plazo, en el crecimiento económico y el sistema público de bienestar. El estudio presenta primero los factores del crecimiento, para desarrollar después cómo la familia a través de ocho funciones concretas interviene en él. Así mismo y desde el cuerpo teórico de la Nueva Economía Institucional, perfila un marco de referencia en el que encajar la familia en la teoría económica. Subraya cómo la teoría neoclásica, que con todas sus variaciones constituye la corriente económica central, carece de una justificación teórica de por qué existen las empresas, a pesar de su importancia, y que solo en una época reciente, y a través de la interpretación de Ronald Coase, ha visto definidas las razones.
Sin recurrir a un paralelismo exagerado, Miró apunta que este hecho tiene puntos de contacto con la omisión de la familia en razón de los presupuestos neoclásicos, ligados a una ontología liberal donde solo existen individuos; y no es posible tratar de fines morales, a lo que debe añadirse en época más reciente la concepción de la familia ligada a la ideología de género, que niega que exista un modelo óptimo, confundiendo así la libre elección, donde impera la subjetividad (algo que también rige para trabajar, o no hacerlo, y en qué y cuánto tiempo), donde impera la libertad, y el óptimo social que debe ser incentivado. Existen unas funciones generadoras de aquel óptimo en el caso de la familia que deberían ser contempladas, no desde una perspectiva de las atenciones sociales, sino como uno de los ejes de las políticas económicas, y del sistema de bienestar.
El trabajo de Miró aporta otra línea sistemática al contemplar que los costes sociales y sus derivadas en términos de costes de transacción privados y públicos, y los costes de oportunidad que determinan, y que son un hándicap para el crecimiento y el bienestar, tienen en una parte de ellos su origen mediato o inmediato en la familia, abriendo así una línea de acción dirigida a su reducción mediante las políticas adecuadas, y el fomento del capital social.
El estudio ofrece un enfoque empírico para validar la teoría sobre la incidencia familiar en la economía. Se trata de verificar que, si las familias que cumplen las ocho funciones inciden positivamente en el crecimiento y el bienestar, necesariamente aquellas que posean dichas características deben presentar, en relación a las familias que no los poseen, unos mejores perfiles de renta y bienestar personal.
En último término lo que plantea Miró es que para que un país funcione bien no solo necesita que lo hagan sus empresas, sino también sus familias, que constituyen una institución que realiza su aportación económica a partir de una marco referencial distinto, pero no por ello menos importante. Si para la empresa las cuestiones básicas son el mercado, la ganancia y el contrato, para la familia se trata de la reciprocidad, la donación y el vínculo fuerte basado en el amor y el deber.
Se trata en definitiva de una aportación nueva y substancial que abre nuevas perspectivas y aporta potentes razones a quienes promueven la importancia decisiva de la familia para la vida buena, y la buena vida, personal y colectiva.
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