Una lista de los lugares más tranquilos y silenciosos del mundo realizada por la guía de viajes Lonely Planet pone en el lugar de honor a un antiguo monasterio cartujo. Se trata de la Cartuja de Ittingen, en el norte de Suiza, a unos 40 kilómetros de Zurich.
Forma parte de los monumentos más importantes de esa región europea. Restaurada en 1983, la antigua cartuja alberga hoy un complejo hotelero que combina “calma monástica y confort moderno”. El lugar alberga también una granja y un museo que permite descubrir la vida monástica a través de los siglos.
La divisa informal de la orden de los cartujos, aparecida tardíamente, es “Stat Crux dum volvitur orbis”, que puede traducirse como “La cruz permanece mientras el mundo gira”.
Hoy los huéspedes son alojados en casitas en otra época ocupadas por los monjes.
El único monasterio de la orden de los cartujos todavía activo en Suiza es la cartuja de Valsainte, situada en la diócesis de Lausanne, Ginebra y Friburgo.
La concepción cartuja de la hospitalidad está condicionada por la soledad radical que caracteriza a esta orden.
La Cartuja de Ettingen es fruto de la obra de san Bruno, fundador de la orden de los cartujos, que deseaba introducir en la Iglesia universal una orden religiosa contemplativa con votos solemnes de tipo semieremítica.
El antiguo convento de la cartuja se encuentra en Suiza, en el corazón de un idílico paisaje de la Thurgovie, cerca de Frauenfeld, a solo media hora de Zurich y de Saint-Gall.
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