Menelio Hernández contó brevemente la historia de sus padres que ya llevan 50 años de casados. Este es su testimonio completo:
Santo Padre, muy buenas tardes tenga usted, nos da mucha alegría que haya venido a Chiapas a visitarnos. Su presencia en medio de nuestro pueblo es una gran bendición. Nosotros nos sentimos muy felices con su visita.
Mi esposa, mis hijos y yo hemos venido acompañando a mis padres, que han vivido, gracias a Dios, más de cincuenta años juntos. Ellos son Aniceto Hernández y Criselda Roblero. De ellos nacimos 5 hermanos: Mauro, Regina, Maximiliano, Adrián y un servidor: Menelio Hernández.
Las doscientas parejas de esposos aquí presentes y mis papás que renuevan su alianza matrimonial dan testimonio que el amor fiel es posible. Ellos, hace cincuenta años juraron amarse y dar vida en sus hijos.
Junto con ellos, mi familia se siente bendecida porque a través de nuestros padres, Dios nos ha regalado la fe católica. Gracias a su testimonio y sus enseñanzas hemos aprendido el valor de la oración, la escucha y la lectura de la palabra de Dios.
Hemos aprendido a reconocer el gran valor de nuestra participación en los sacramentos. También reconocemos el regalo de Dios a través de la persona de usted, de los obispos y sacerdotes que van guiando nuestra fe. Damos gracias a Dios por la sabiduría de nuestros padres ancianos.
Le pedimos que haga mucha oración por nosotros, por nuestra patria y por nuestro pueblo que sufre mucha pobreza por la falta de trabajo, los salarios bajos y los precios tan altos de los productos básicos. Somos un pueblo que sufre pero que tiene esperanza, fe y mucho amor para seguir transmitiendo el amor de Dios a nuestros hijos y a las nuevas generaciones.
Nuevamente gracias por su visita y vaya usted con la confianza de que los fieles católicos de Chiapas, siempre oraremos por usted. Dios lo bendiga Santo Padre.

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