Antes de la renovación de los votos, el Papa afirmó que prefiere “un hombre y una mujer como don Aniceto y su señora, con el rostro arrugado por las luchas de todos los días que después de más de 50 años se siguen queriendo y ahí los tenemos; y el hijo aprendió la lección, ya lleva 25 de casado”.
El Santo Padre se refirió así a Aniceto Hernández y Criselda Roblero, cuyo hijo Menelio compartió el testimonio del amor fiel y duradero en el matrimonio, en la familia.
El Papa dijo luego que “cuando le pregunté recién a Don Aniceto y a su señora quién tuvo más paciencia en estos 50 años (contestaron) ‘los dos Padre’. Porque en la familia para llegar a donde ellos llegaron hay que tener paciencia, amor, hay que saber perdonarse”.
Francisco afirmó que “es conveniente que de vez en cuando discutan y que vuele algún plato, está bien; pero no se acuesten enojados (…) El amor no es fácil pero es lo más lindo que un hombre y una mujer se pueden entre sí”.
Antes de rezar con los matrimonios, el Papa invitó a los esposos a “que renueven sus promesas matrimoniales y a los novios les pido que recen por una familia fiel y llena de amor. En silencio”.
Esta es la oración con la que se hizo la renovación de los votos:
Oremos.
Dios Padre Todopoderoso,
mira con bondad a los esposos,
Iglesia doméstica,
que recuerdan con gratitud
el día que bendijiste las primicias de su amor,
y concédeles,
tu amor misericordioso
para que sean testigos de tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Publicar un comentario