Así lo indicó durante una conferencia de prensa donde también anunció el programa que seguirán las reliquias de San Pío de Pietrelcina y San Leopoldo Mandic del 3 al 11 de febrero.
Mons. Fisichella recordó que la Bula de Indicción, Misericordiae vultus, explica que estos misioneros serán un “signo de la solicitud materna de la Iglesia por el Pueblo de Dios, para que entre en profundidad en la riqueza de este misterio tan fundamental para la fe. Serán sacerdotes a los cuales daré la autoridad de perdonar también los pecados que están reservados a la Sede Apostólica, de modo que se haga evidente la amplitud de su mandato”.
''Serán, sobre todo –indicó-, signo vivo de cómo el Padre acoge cuantos están en busca de su perdón. Serán misioneros de la misericordia porque serán los artífices ante todos de un encuentro cargado de humanidad, fuente de liberación, rico de responsabilidad, para superar los obstáculos y retomar la vida nueva del Bautismo. Se dejarán conducir en su misión por las palabras del Apóstol: 'Dios sometió a todos a la desobediencia, para tener misericordia de todos’”.
Según informó la Santa Sede, la autoridad vaticana explicó que “así entonces, los Misioneros de la Misericordia son solamente algunos sacerdotes que reciben el encargo del Papa de ser, en sus propias iglesias, testigos privilegiados del carácter extraordinario del evento jubilar. El Papa es el único que nombra los Misioneros, no los obispos, y a ellos les confía el mandato de anunciar la belleza de la misericordia de Dios, y de ser confesores humildes y pacientes, capaces de dispensar un gran perdón a cuantos se acercan a la Confesión. Los Misioneros son más de 1.000 y provienen de todos los continentes”.
De estos, dijo que “se harán presentes en Roma 700 Misioneros. El Papa Francisco los encontrará el 9 de febrero para expresarles lo que guarda en su corazón respecto a esta iniciativa que es, sin duda, una de las iniciativas más sugestivas y significativas del Jubileo de la Misericordia”.
“El día siguiente, solamente los Misioneros de la Misericordia concelebrarán con el Santo Padre y en tal ocasión recibirán, como se sabe, el ‘mandato’ junto con la facultad de absolver también los pecados reservados a la Santa Sede”.
Mons. Fisichella destacó que hay Misioneros “de países lejanos y que revisten una importancia especial: Birmania, Líbano, China, Corea del Sur, Tanzania, Emiratos Árabes, Israel, Burundi, Vietnam, Zimbawe, Letonia, Timor Este, Indonesia, Tailandia, Egipto. Contaremos además con sacerdotes de rito oriental”.
“Una curiosidad puede ayudar a comprender cuánto interés pastoral ha suscitado esta iniciativa en el mundo. El Padre Richard, en Australia, visitará 27 comunidades de su diócesis rural de Maitland-Newcastle, donde solo hay una iglesia, pero ningún sacerdote residente. A bordo de un camper pasará de una comunidad a otra como ‘Missionary of mercy on wheels’, ¡Misionero de la misericordia sobre ruedas! En fin, se trata de un signo de cuánto el Jubileo desea llegar a todos para que cada uno pueda experimentar la cercanía y la ternura de Dios'', afirmó.
La autoridad vaticana dijo que “hemos constatado una gran disponibilidad, pero hemos debido poner un límite a las numerosas solicitudes recibidas, para que se mantenga el valor de este signo peculiar que expresa el sentido extraordinario del evento”.
“Todos los Misioneros han recibido el permiso de sus respectivos obispos o Superiores religiosos y estarán ahora a disposición de cuantos querrán solicitar su presencia a lo largo de todo el período jubilar y sobre todo durante la Cuaresma”, señaló.
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