Desde aquel avión solidario al día de hoy han transcurrido varios días, pero el dilema en Galápagos no deja de crecer. Pues ahora se plantea cada vez con más fuerza como alternativa para que los lugareños “no mueran de hambre” que se permitan los vuelos internacionales directos hacia Islas Galápagos.
Vuelos internacionales directos
Uno de los encargados de hacer el llamado ha sido el asambleísta Washington Paredes, quien sostiene que Galápagos no puede esperar a que ciudades continentales como Quito o Guayaquil retomen la confianza de pasajeros europeos, sitio desde donde provienen la mayoría de los turistas al archipiélago.
“Cómo dudar que Galápagos es la región más golpeada por esta pandemia si de la noche a la mañana estamos viviendo una tragedia en todas nuestras islas (…) Recibimos aproximadamente 280.000 turistas que llegan año a año a conocer las bondades naturales de nuestro Ecuador que tiene en este patrimonio mundial de la humanidad. Pero ya se fueron los turistas. Según expertos internacionales, para que regrese el turismo pasará no menos de 18 meses a dos años para una normalidad. Se nos viene una debacle económica de imprevisibles consecuencias ya que casi todas las actividades dependen directamente del turismo en Galápagos”, expresa Paredes.
Para Paredes esto tiene efecto también en instituciones u organismos públicos que dejaron de recibir ingresos por los tributos que se les cobrara a los turistas. “Por ejemplo, barcos, lanchas están ancladas en los puertos”, agrega.
“Los guías del Parque no tienen a quién guiar. Los restaurantes, hoteles, casas de hospedajes no tienen a quién hospedar”, sostiene.
Es por todo esto que este fuerte llamado hace referencia a la supervivencia ya no solo de las especies –tal cual muchas veces se comentó sobre Galápagos a nivel internacional-, pues ahora también está en juego el factor humano, como en tantos lugares a nivel mundial que dependen de la actividad turística como sustento.
He aquí un dilema planteado y que merece reflexión en una semana donde también cobra fuerza todo lo que tiene que ver con las grandezas de la Creación (Semana Laudato Sí).
No obstante, del otro lado también aparecen argumentos válidos que van desde los riesgos que conllevan los vuelos directos a la Isla mientras dure la pandemia (abrir también implica entrada para plagas o especies invasoras), tal cual sostiene el Consejo de Gobierno de Galápagos, citado por El Universo.
Pero también aparecen otros ítems como –por ejemplo- el tamaño de los aeropuertos de las islas y la falta de capacidad para recibir a aviones de gran porte.
Mientras tanto, a pesar del coronavirus, la vida en la Isla continúa y en las últimas semanas se han reportado varias acciones como la incubación de tortugas en el Centro de Crianza Fausto Llerena, así como el mantenimiento en centros de visita, el monitoreo pesquero o hasta el propio trabajo de guardaparques para combatir el dengue, otra epidemia que afecta de gran manera a América Latina.
Ojalá haya respuesta, ojalá haya solución. De momento aprovechemos también la ocasión para regocijarnos con las mejores postales de un lugar que no pocas veces fue asociado –en cuanto a imagen- al comienzo de la Creación.
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