Este 18 de octubre, con ocasión del Rosario Mundial por la Unidad y la Paz de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), Mons. Pino se dirigió a los más pequeños y les indicó que “la Virgen María fue una niña como ustedes”.
Celebración por el Rosario Mundial por la Unidad y la Paz. Créditos: Arzobispado de Camagüey
La campaña anual “Un millón de niños rezando el rosario” se realiza desde el 2005 y busca mostrar a los fieles cuán poderoso es que los niños recen el Santo Rosario para lograr “la paz y la unidad en las familias, en el propio país y el mundo”. Este año el evento se llevó a cabo el domingo 18 y lunes 19 de octubre.
Mons. Pino indicó a los más pequeños que a la Virgen María la llevaban al templo, como sus padres, sus abuelos, sus familiares también los traen a ellos a la iglesia y resaltó que en este mundo hay mujeres sorprendentes como la Madre de Dios.
Celebración por el Rosario Mundial por la Unidad y la Paz. Créditos: Arzobispado de Camagüey
“Me alegra pensar que la Virgen María fue una mujer de carne y hueso como ustedes y siempre digo que en este mundo nuestro hay mujeres, ha habido mujeres y habrá mujeres extraordinarias”, agregó.
El Prelado señaló que en la historia hay muchas mujeres que han realizado descubrimientos científicos, que “han viajado al cosmos” y que han ganado premios Nobel, como la Madre Teresa de Calcuta.
Sin embargo, resaltó que a pesar que todas esas personas han tenido reconocimientos, a ninguna se le dice lo mismo que a la Virgen: “Bendita tú entre todas las mujeres” e indicó que la grandeza de María no viene de los estudios ni los títulos de la Universidad, sino “de que Dios la escogió entre todas” para ser la Madre del Señor.
Celebración por el Rosario Mundial por la Unidad y la Paz. Créditos: Arzobispado de Camagüey
“Mira que había mujeres seguramente más inteligentes, más bonitas, en Egipto, en Roma, en Grecia y en Mesopotamia; pero no, se fijó en el pueblecito de Nazaret, que no aparecía ni en los mapas yo creo; y la escogió. ¿Por qué? Porque ella se consideró la esclava del Señor”, agregó.
Además, resaltó que María no entendía el plan que Dios tenía con ella, “pero le dijo: si Tú lo quieres Señor, yo soy la esclava”, por ello “es modelo para nosotros”.
Mons. Pino recordó una anécdota de su infancia, donde María Isel, una viejita de la comunidad de El Cristo, llevaba todos los sábados a tres o cuatro niños al catecismo, todos vecinos de la cuadra, en una época difícil en Cuba por la revolución y la persecución a la Iglesia.
Celebración por el Rosario Mundial por la Unidad y la Paz. Créditos: Arzobispado de Camagüey
“Mira que se buscó problemas en aquella época de los años 1960 o 1961, por recoger niños y llevarlos a la iglesia; pero ella seguía allí, probablemente ella sería la que me enseñó el Ave María, esa oración que ustedes y cada uno han ido rezando”, añadió.
Finalmente, el Prelado señaló lo bella que es la Iglesia y felicitó a los niños por empezar a rezar el Rosario.
“Jesucristo el Señor esté siempre a su lado para defenderlo. Que Él vaya delante de ustedes siempre para guiarlos y detrás de ustedes para protegerlos. Que Él vele por ustedes y los sostenga”, concluyó.
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