El agua bendita había sido retirada de las pilas de las iglesias en marzo de 2020, ante el avance de la pandemia de coronavirus y para evitar que fuera un medio de contagio.
Según informa la Archidiócesis de Madrid, la orden publicada en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid especifica que desde el lunes 21 de junio “se suprime la prohibición del uso de agua bendecida y la realización de abluciones rituales en lugares de culto” y también incluye la relajación en las restricciones ante la COVID-19.
El aforo de los templos se mantiene como máximo al 75 % y estos deben tener una ventilación adecuada.
El Arzobispado de Madrid se recuerda que es obligatorio mantener la distancia de seguridad y el uso de mascarillas; al tiempo que se debe ofrecer gel desinfectante, el facultativo gesto de paz ha sido sustituido por uno sin contacto, y la comunión se recomienda en la mano.
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