El pasado 21 de mayo, el Partido Socialista (PSOE) presentó en el Congreso de los Diputados de España una proposición de ley con la que pretenden que quienes se sitúen en los alrededores de las clínicas abortivas para ofrecer una alternativa a las mujeres que se disponen a abortar, puedan ser condenados a penas de cárcel de 3 meses a 1 año, por ejercer un supuesto “acoso” a las embarazadas.
Alicia Latorre, presidenta de la Federación de Asociaciones Provida de España, declaró a ACI Prensa que “es evidente es que en ningún momento llevan a cabo un acoso hacia las mujeres, ni ejercen violencia. La violencia está dentro de esas paredes [de las clínicas de aborto]”.
Y aunque las asociaciones de la Federación Provida de España no realizan su labor en la puerta de los centros de abortos, sí atienden a "algunas de las mujeres rescatadas" y conocen la labor de los grupos de rescate, algunos de los cuales tienen resultados verdaderamente positivos.
"Son miles las vidas que se han salvado y son muchas de estas mujeres las que después animan a otras a seguir adelante”, precisó Latorre.
Por eso Latorre reivindicó el derecho de las mujeres a recibir información y ayuda, “muchas de ellas los escuchan y deciden cambiar de idea. ¿Acaso no tienen derecho? Solo se han oído palabras de agradecimiento por su parte, hacia aquellos que les ofrecieron esta ayuda”.
“La mentira, el negocio, la violencia y la muerte, están dentro de esos centros, no fuera”; insistió.
En ese sentido Latorre declaró a ACI Prensa que “es un hecho que muchos centros abortistas han visto reducidos sus ingresos" y destaca que "ahí está el problema" y por eso "deciden llamar “acoso” al derecho de toda persona a la información y a la ayuda. Pero eso no cambiará la realidad de los hechos”.
De hecho Latorre insistió en que donde “sí hay acoso y presión” cuando en “esos momentos de soledad, confusión y presiones diversas", las mujeres se ven "abocadas al aborto en un tiempo récord, antes de qué casi se den cuenta de que este acto es irreversible e irreparable” y cuando “no se les muestran la ecografía ni el latido de su hijo, ni les cuentan lo que le van a hacer o cuando les dicen que una vez que se hayan planteado el aborto no se vuelvan atrás y no escuchen a nadie”.
“¿Por qué en sus webs, en sus impresos no se refieren al embarazo y al desarrollo del hijo por los términos científicos y veraces?”, cuestionó.
E insiste en que esta proposición de ley del PSOE “protege a los negocios de quienes se lucran con el dolor ajeno, presentando como enemigos de las mujeres y de los derechos inventados, a quienes les arrebatan clientes”, porque “se cuentan por miles al año las mujeres que gracias a una palabra a tiempo pueden hoy abrazar a sus hijos y celebrar no haber sucumbido a lo que se les presentaba como una decisión liberadora y sin consecuencias”.
Latorre también declaró a ACI Prensa que “en vez de criminalizar [a los grupos provida], hay que agradecer a quienes de manera generosa y sin intereses económicos, entregan su tiempo y sus recursos al servicio de todo ser humano, nacido o no nacido y se implican de corazón tanto en que puedan nacer, como en que tengan unas condiciones de vida adecuadas a su dignidad única”.
Por eso animó a oír “su voz autorizada y veraz y ayudar para que toda embarazada en dificultades sepa que no está sola, que el aborto es un acto violento y antinatura, al que no se puede dar carta de naturaleza en una sociedad civilizada”.
De hecho, Latorre insistió en que “aunque la ley del aborto se presente como un derecho de la mujer, no cambia la realidad de que quita la vida a un ser humano no nacido, inocente e indefenso por medio de un acto crudelísimo” y que después de tantos años de la legalización del aborto en España se ha podido constatar “las estrechas relaciones entre diversos sectores políticos y movimientos sociales y los empresarios del aborto”.
“Se conocía la reunión de algunos políticos y miembros del Gobierno con representantes de los centros abortistas, que siempre han conseguido dar un paso más contra la vida cuando han visto amenazados sus negocios”, apuntó y destacó que incluso durante el estado de alarma por la pandemia de COVID en España, “en algunas comunidades autónomas se han saltado los días de reflexión” y las clínicas de aborto “han sido considerados como servicios esenciales, mientras que tantos otros negocios, que sí son auténticos servicios, han permanecido cerrados”.
En ese sentido Latorre también aclaró que “es un hecho constatable” que cuando a una embarazada se le ofrece ayuda “un gran porcentaje de ellas rechaza el aborto y estos centros han perdido a muchas de sus “clientes” por ello”.
“Cuando no se soporta la verdad, se ataca a quien la muestra, a quien discrepa, a quien supone una amenaza para su negocio de muerte”.
“¿Por qué cuando una mujer desea tener un hijo se le ofrecen ecografías preciosas, se le escucha el corazón, se publica la prueba de embarazo y ya se le llama mamá y cuando no quiere tenerlo o va a algún centro abortista a informarse, se le llama grupo de células, se le muestra como un amasijo extraño y por supuesto no humano, y se habla del aborto como algo banal, fácil y sin consecuencias? ¿Por qué el hijo no existe para quienes defienden el aborto? ¿por qué se ve como una agresión, por ejemplo, que se le invite a la mujer a escuchar el corazón del hijo que lleva dentro?”, cuestionó.
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