¿Por qué Señor? ¿Por qué? ¿Por qué tanto mal? ¿Por qué tienen que sufrir los niños? ¿Qué podemos hacer?
Padre del cielo que se refleja en el mar,
a Ti, a quien conocemos gracias a las personas que se parecen a ti
(los padres, los pequeños, todos los que aman,…),
te buscamos hoy, con un nudo en el pecho,
te pedimos consuelo, esperanza, paz, respuestas,…
Incluso nos preguntamos si te has equivocado,
dejándonos tanta libertad, hasta permitir situaciones así…
Amamos ser libres, te lo agradecemos, ¡pero esto no!
El mal nos confunde.
El asesinato de dos niñas a manos de su padre nos bloquea.
¿Qué falló? ¿No supimos educar para sufrir, para encajar un «no? ¿No supimos comprender, aguantar, descubrir antes de que ocurriera…?
¿No supimos cerrar la puerta al Mal?
Tantas cosas se nos escapan, pero a ti, Dios misericordioso, ninguna.
Ningún lamento, ninguna lágrima, ningún desgarro, ningún vacío Tú desconoces.
Todas nuestras preguntas, sufrimientos, limitaciones, las acoges.
Toma a Olivia y a Anna, a su padre Tomás y a su madre Beatriz.
Protege a toda su familia, a todos sus amigos,
permíteles encontrarTe detrás de la tragedia,
concédenos la esperanza en este mundo,
y el Amor en la eternidad.
Amén.
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