Como en el resto de países, la fiesta central en Cuba también fue el 16 de agosto, fecha en que dos siglos atrás, nació Don Bosco en el Piemonte (Italia).
La celebración central fue en Santiago de Cuba por ser en este lugar donde llegó el primer salesiano a la isla. Se trata de Mons. Félix Ambrosio Guerra Fezzia, quien conoció a Don Bosco en 1880 y arribó al país caribeño en 1915 como Administrador Apostólico de la diócesis oriental.
Sin embargo, Mons. Guerra Fezzia no fue el iniciador de la obra salesiana en Cuba, sino que esta llegó en 1917 gracias a Dolores Betancourt Agramonte, quien viajó a Turín (Italia) para gestionar una Institución educativa para niños pobres en Camagüey.
Las celebraciones
Las celebraciones se iniciaron el 13 de agosto y el día 16 llegaron a Santiago de Cuba cerca de 200 jóvenes de todas las casas salesianas del país, pertenecientes al Movimiento Juvenil Salesiano.
“Con el Pasacalle de la Felicidad, desde la Alameda hasta la casa Don Bosco de los salesianos de Santiago de Cuba, comenzó el último día, señalado por el valor del compromiso”, informaron en su sitio web.
Indicaron que durante la Misa, Mons. García Ibáñez alentó a los salesianos “a ser sabios para acompañar como buenos pastores a los jóvenes”.
La celebración continuó la noche del 16 en el Teatro Martí para la Gala “200”, donde los jóvenes demostraron sus talentos artísticos. Fue “una noche también de homenaje y agradecimiento a los que sueñan y entregan su vida a los jóvenes en nuestra tierra cubana”.
Finalmente, en las palabras de clausura, el P. Wilgen Cancio los animó “a seguir en la misión que dejó san Juan Bosco a todos sus hijos y a encontrarnos en Camagüey en el 2017, para celebrar los 100 años de la presencia ininterrumpida de los salesianos en nuestro país”.
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