En la ciudad de Caacupé (departamento de la Cordillera, Paraguay) han ocurrido en los últimos días “hechos bastantes violentos y no estamos acostumbrados a estos tipos de hechos; la ciudad no suele ser conocida por estos casos, como los raptos, que se vienen registrando, donde las víctimas son alzadas a la fuerza en un vehículo, luego le inyectan algo y por último las dejan nuevamente en la calle, pero después de jugarles todo, bastante estropeados, ya que les golpean todo”, relató el titular de la Comuna en Radio Ñandutí.
Sobre quiénes serían los autores de estos hechos, Roberto Franco manifestó que podría tratarse de “gente con desequilibrio mental o abuso de drogas o sectas diabólicas que están haciendo una suerte de prendas”, por lo que resaltó la violencia que usan. “La verdad es que los dejan en un estado muy deplorable a las víctimas”, dijo, tal como leemos en Última Hora. Remarcó que hay dos imputados en las causas, que fueron identificados por las víctimas.
En una concentración pública ciudadana (en la foto), los manifestantes, cansados de los recientes hechos de inseguridad, solicitaron a las autoridades que investiguen los diferentes casos y que sean debidamente esclarecidos. Emiliano Chaparro, un vecino del lugar, denunció la corrupción que existe por parte de las autoridades, quienes solamente indagan los casos si es pedido por un senador o un diputado nacional.
“Tiene que haber una secta”
Según informa Crónica, varias hipótesis surgieron en torno a los recientes hechos en el departamento de la Cordillera. Los sucesos empezaron en Caacupé, sin embargo, Tobatí casi fue escenario de un hecho parecido. En este sentido, el comisario Braulio Ruiz Díaz, de la Comisaría 18ª, opinó que estos sucesos podrían estar ligados a sectas, incluso satánicas, pudiendo tratar estos hechos de la “iniciación” de integrantes.
“Pueden ser esas cosas de cultos. También suelo ver en los medios que el satanismo se practica. Cuando ves esas cosas y comparando…”, dijo. El uniformado manifestó que en estos casos se puede esperar de todo, ya que los protagonistas ni siquiera recuerdan detalles mínimos de lo ocurrido –todos dijeron haber sido drogados por sus atacantes–.“Tiene que haber alguna creencia, situación, o cosa. Tampoco puede ser por hobby… No creo que hasta ese punto llegue una persona”, dijo. “No es una sola mente, son 3 o 4 en cada caso. A lo mejor yo estoy loco, ¿pero vamos a estar locos los 4? Si yo tengo que convencerte para hacer cosas conmigo, tengo que convencerle a tu mente lo que yo quiero hacer. Es una organización, tiene que haber una secta o creencia de por medio”, reflexionó.
Llamativo escenario
Los escenarios para estos llamativos casos podrían haber sido elegidos por los “iniciados” debido a que Caacupé es considerada la capital espiritual y de la fe católica. Asimismo, Tobatí fue la ciudad donde el indio Pedro talló la imagen de la Virgen de los Milagros.
La Policía actualmente se encuentra no sólo con la tarea de buscar a los responsables, sino a su vez en luchar contra las publicaciones en las redes sociales. Aseguran que esto en vez de ayudar, entorpece la labor policial generando estado de crisis y temor.
El suboficial Martínez, de la Comisaría 1ª, comentó que se encuentran solicitando apoyo al departamento contra delitos informáticos ya que en algunos casos, desde perfiles falsos, se publican los supuestos hechos. “Siembran temor en la gente e inestabilidad en la sociedad”, acotó. Instó a la ciudadanía a soltar los teclados y en vez de realizar “posteos-denuncias” en las redes sociales, lo hagan formalmente en las comisarías.
Desconcierto entre las víctimas
Raúl es hermano de uno de los jóvenes que fue raptado y violentado por desconocidos la semana pasada. El mismo comentó acerca de la experiencia de su hermano y comentó que no entiende el por qué ni cómo los autores eligen las víctimas. “Las edades es lo único común entre las víctimas. Mi hermano no le conoce a ninguna de las demás víctimas, no son del mismo círculo tampoco”, confesó. “¿Qué ganan ellos haciendo esto? Seguramente ponerle mal a la Policía o no sé lo que quieren con esto”, expresó después.
Agregó que Caacupé siempre se caracterizó por ser una ciudad muy tranquila. “Antes recorríamos la ciudad a las 3 ó 4 de la mañana como si nada, ahora andamos con miedo. Hasta de día tenemos que mirar a nuestros costados, atrás, adelante, por todos lados”, dijo. Comentó que su hermano se encuentra recibiendo ayuda psicológica, asegurando que lo único que desean es que todo se calme, más aún considerando que la ciudad es la capital de la fiesta mariana.
Derlis, hermano de Raúl, fue el último caso registrado en Caacupé. El estudiante salió de la Facultad y apareció el día siguiente en el Hospital Regional con rastros de violencia en el cuerpo.
Heridas que apuntan a un ritual
Roberto Franco, intendente de la consternada ciudad de Caacupé, dijo que las personas que fueron raptadas en una furgoneta, presentan excoriaciones en forma de cruz (en el caso de las chicas en las partes íntimas), por lo que una de las hipótesis es que se trate de un ritual religioso de alguna secta, según explica el diario Hoy.
Ya suman 5 casos. En Caacupé reina el terror. Nadie sale solo de sus casas, dijo el propio intendente de la ciudad. Es que la psicosis está presente debido a los casos de rapto que involucra a una furgoneta en la que raptan a jóvenes, los duermen con una inyección, y aparentemente abusan sexualmente de ellos.
“No hay pruebas hasta ahora de que hayan sido violados”, manifestó a Cardinal AM el intendente. Pero también aclaró que es poco lo que recuerdan esas víctimas, todas con edades entre 12 y 17 años, según señaló. Lo llamativo es para el jefe comunal que “en el caso de la señoritas, en las partes íntimas tienen algunas excoriaciones en forma de cruz, y en los cuerpos de los muchachos hay algunas cruces, excoriaciones y magulladuras”.
Continúan los casos
Hasta ahora hay dos detenidos. Arnaldo Raúl Medina Pavón (40) y Carlos Arturo Russo Álvarez (34). Estos fueron identificados por dos chicas que fueron víctimas. Ambos están imputados por supuesta coacción, abuso sexual en niños y privación ilegítima de libertad.
Sin embargo, el intendente señaló que a pesar de los dos detenidos, los casos continuaron. “Son hasta ahora cinco personas las afectadas, varones y mujeres de entre 12 y 17 años. Actúan en varios vehículos. No hablamos de delincuentes comunes. A lo que más apunta es a una secta que está haciendo rituales”, dijo Roberto Franco.
Casos parecidos se dieron en Corrientes, y otras partes de la vecina Argentina, según averiguaciones del jefe comunal. Son varias las hipótesis para el intendente, desde una secta que con sus actos ataca a la fe católica por la visita del Papa, hasta personas con VIH que, para vengarse, transmiten su enfermedad. Las víctimas ya fueron atendidas para descartar cualquier hipótesis. Otra de las posibilidades es que se trate de abuso infantil o de “esquizofrénicos, dementes o drogadictos”.
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