Entre 1936 y 1939, los años en que tuvo lugar la Guerra Civil española, y durante la posguerra, miles y miles de republicanos españoles atravesaron la frontera con Francia para huir de la violencia sistemática que supuso la contienda y las posteriores represalias una vez acabada esta.
La mayor avalancha se produjo tras la pérdida de Barcelona por parte de la República, en febrero de 1939: el exilio republicano a territorio francés llegó a suponer un total de 440.000 refugiados, según el 'Informe Valière', realizado por el Gobierno francés en marzo de 1939.
En la mayoría de los casos, todos aquellos refugiados españoles tuvieron que soportar unas duras condiciones de vida, que se agravaron con el estallido de la II Guerra Mundial.
Además, la acogida francesa a este exilio en masa tuvo diferentes versiones. En algunos casos fueron bien recibidos y objeto de acciones de solidaridad; mientras que en otros fueron vistos con desconfianza y hostilidad, e incluso internados en campos de concentración.
Otros países de destino con un gran número de exiliados españoles fueron México y Argentina, aunque también huyeron hacía la Unión Soviética, Reino Unido, Estados Unidos, Chile, Cuba o República Dominicana.
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Dos exilios, la misma realidad
Eran otros tiempos, es verdad, y las imágenes anteriores pertenecen a otra época, pero cabe preguntarse cuál es la diferencia entre las imágenes del exilio republicano a causa de la guerra y las que podemos contemplar a día de hoy, que muestran a miles y miles de inmigrantes que huyen de sus países de origen por causa de guerra o por las duras condiciones en que se ven obligados a vivir.
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Los que mueren en el intento...
Se cuentan a diario y por cientos; y en las últimas semanas están desbordando todas las previsiones y disparando las alertas en la UE. Las estadísticas son escalofriantes, sobre todo ante el número de inmigrantes que mueren en el intento de cruzar el Mediterráneo o de llegar a países europeos, como muestran los titulares de los medios de comunicación en esta última semana:
28 de agosto: "El Gobierno eleva a más de 70 los refugiados muertos en un camión en Austria"
27 de agosto: "Cientos de refugiados habrían muerto en un nuevo naufragio frente a Libia"
26 de agosto: "Hallados los cadáveres de 50 personas en un barco con 400 refugiados cerca de Libia"
25 de agosto: "Cerca de diez inmigrantes y refugiados mueren al día intentando llegar a Europa"
En total, se calcula que al menos 2.373 inmigrantes y refugiados han muerto en lo que va de año en su intento por llegar a Europa a través del Mediterráneo, según se puede observar en el siguiente mapa, reproducido a partir de los datos de la Organización Internacional para las Migraciones.
El año pasado por estas fechas fueron 2.081, y alcanzaron un total en todo 2014 de 3.281 personas muertas.
...y el total de exiliados
En cuanto al total de inmigrantes, procedentes sobre todo de Oriente Medio y de África, que han huido de sus países de origen y cruzado el Mediterráneo para llegar a países de la UE en busca de una vida digna, en lo que llevamos de 2015 hay fuentes que los cifran en unos 150.000, mientras otras aumentan la cifra hasta los 200.000.
Estas son las estadísticas, pero no son solo cifras, estamos hablando de seres humanos que pierden la vida a diario intentando encontrar esa oportunidad de vivir con dignidad, y que, al igual que durante la Guerra Civil española, huyen del desastre de las guerras.
Europa, sin respuestas eficaces
La magnitud de esta tragedia está sobrepasando de largo las medidas que intenta hallar la Unión Europea para reducir los efectos de la avalancha migratoria.
El pasado lunes, 24 de agosto, la canciller alemana Angela Merkel y su homólogo francés, François Hollande, se reunieron para intentar plasmar soluciones, exigiendo al mismo tiempo una respuesta unificada a la UE, y a Grecia e Italia la creación inmediata de un centro de registro.
El Gobierno de David Cameron, por su parte, ha tomado medidas restrictivas como la de exigir a los propietarios que desalojen a los inmigrantes ilegales, deshumanizando así su respuesta a la crisis humanitaria de Calais, de aquellos que intentan llegar al Reino Unido a través del Eurotúnel que atraviesa el Canal de la Mancha.
Mientras tanto, varias ONG claman contra la dura política de fronteras de la UE y acusan a Europa de una pésima gestión de la crisis provocada por el alud de refugiados. Exigen abordar el problema de forma global y más humanizada.
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