El Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME) denunció que el ataque se produjo en horas de la mañana. El grupo de jóvenes voluntarios había salido de la capital del país, Ciudad de México, rumbo a Oaxaca, en el sur del país.
Oaxaca fue el estado en el que más personas murieron tras el sismo de 8.1 grados que afectó el sur mexicano el 7 de septiembre de este año. Se estima que 78 personas murieron en ese estado, otras 16 en Chiapas y 4 en Tabasco.
El SIAME señaló que los jóvenes voluntarios iban a bordo de tres camionetas y “fueron interceptados en carretera por un grupo de hombres armados que, además de balearlos y robarles el contenido de los vehículos, violaron a una de las jóvenes, les quitaron sus teléfonos celulares y alrededor de 40 mil pesos que llevaban para hacer otras compras allá”.
Carlos Arvizú, administrador de la fundación católica Papa Francisco Pro Felicitas A. C., que organizó la recolección de víveres y estaba a cargo de los voluntarios, dijo al SIAME que dos de los voluntarios están hospitalizados, uno de ellos por heridas de bala y el otro porque lo golpearon brutalmente.
“Estamos muy tristes, hemos llorado de impotencia, tanto por los jóvenes lesionados como por la joven violada; esperamos que ambos vivan; nos encontramos a la espera del reporte médico de estos jóvenes valientes”, dijo.
Arvizú indicó que aún desconocen si el ataque fue realizado por una banda del crimen organizado, y señaló que “tuvimos que llamar a un grupo de empresarios que conocemos, quienes auxiliaron a los jóvenes y nos dijeron que se harían cargo de protegerlos”.
“Ahora además estamos preocupados por otros jóvenes que salieron hacia el Estado de México, y por unos más que ahora se encuentran en comunidades afectadas de Xochimilco”, añadió.
El líder de la fundación caritativa católica expresó que “nuestra indignación es contra el Gobierno Federal, que no está protegiendo a las brigadas de ayuda. Ellos no están ayudando, no trabajan ni llevan víveres, ni el Presidente de la República ni los gobernadores de los estados”.
“Se han limitado a llamar a la sociedad civil a que apoye, y la sociedad ha respondido sobradamente aún sin el llamado; pero el trabajo que a ellos les toca, el de brindar seguridad a quienes ayudan, es prácticamente nulo”.
Arvizú dijo al SIAME que “la gente que está damnificada seguirá estándolo por culpa del Gobierno. Está demostrado que después del terremoto el Gobierno ya no es gobierno, es una anarquía total”.
El grupo ya presentó su denuncia ante la Procuraduría del estado de Oaxaca, pero el ataque tendrá repercusiones graves en la ayuda que llevan a otras zonas afectadas por los sismos que sufrió México en septiembre, tanto en su zona sur como centro.
“Venía ya un tráiler de Morelia, Michoacán, lleno de toneladas de víveres para ayudar a la gente; les dijimos que no fueran a carretera porque corrían peligro. También pedimos que se detuviera una gran cantidad de ayuda que ya venía de San Diego, California”, lamentó.
“La gente afectada por el terremoto tiene hambre, pero ahora los voluntarios corren el riesgo de ser asesinados”, dijo.
Arvizú hizo un llamado enérgico a las autoridades mexicanas “para que cumplan con su tarea de garantizar seguridad, y la ayuda no se detenga. Deberíamos estar preocupados por las consecuencias del terremoto, y no por la vida de los voluntarios que ayudan a las personas damnificadas”.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 25 de septiembre de 2017
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