El 25 de marzo de 1858, María se revelará a Bernadette como “la Inmaculada Concepción”, un término que la pequeña pastora no comprende pero que confirmará el dogma definido por el papa Pío IX cuatro años antes. La conversión de los pecadores y la oración son las principales peticiones que María hace a Bernadette. «Ve, dí a los sacerdotes que vengan aquí en procesión y que construyan una capilla». Este es el mensaje que la joven muchacha debe dar a su sacerdote, el padre Peyramale, que dudaba de la realidad de las apariciones.
“Desde hace ciento cincuenta años, los peregrinos no han dejado nunca de venir a la gruta de Massabielle para escuchar el mensaje de conversión y de esperanza que se les dirigió. Y también nosotros aquí, a los pies de María, la Virgen Inmaculada, nos ponemos en su escuela con la pequeña Bernardette”.
A las peticiones de oración y penitencia, María añade también gestos de amor hacia los hombres. Hasta el día de hoy, la Iglesia ha autentificado 67 curaciones milagrosas en Lourdes. Es debido a esta proximidad que María tiene con los enfermos que el 11 de febrero, fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, también es el día mundial de los enfermos.
Más de 5 millones de personas, del mundo entero, vienen a Lourdes en peregrinaje cada año, para rogar y pedir a María la curación de sus cuerpos y corazones, de ellos mismos y el de sus prójimos.
Oración
Porque tú eres la sonrisa de Dios, el reflejo de la luz de Cristo, la morada del Espíritu Santo, porque tú elegiste a Bernadette en su miseria, porque tú eres la estrella de la mañana, la puerta del cielo y la primera criatura resucitada, Nuestra Señora de Lourdes, ¡con nuestros hermanos y hermanas, con el corazón y el cuerpo adolorido, nosotros te oramos!
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