Desde este viernes 15 de octubre funciona en la zona fronteriza del norte de Chile un campamento humanitario transitorio dispuesto por el Ministerio del Interior para albergar a niños y adolescentes migrantes que cruzan esa zona fronteriza que se ha transformado en foco de atención a nivel internacional
Lo que sucedió el 11 de octubre sacudió a todos. Un bebé de nueve meses se convirtió en víctima número 15 del drama migratorio que se vive desde hace mucho tiempo tras el intento de una familia de cruzar la zona fronteriza entre Chile y Bolivia.
A pocos días de aquello, un golpe que llena de indignación, ha surgido una noticia que al menos aparece como respuesta y alivio a una situación difícil con respecto a los niños y adolescentes migrantes.
Campamento humanitario transitorio
Desde este 15 de octubre empieza a funcionar un campamento humanitario transitorio para esos menores que crucen una frontera que ha caracteriza por ser inhóspita no solo por el clima, en especial en los meses de invierno, sino también por estar vinculada a una zona desértica.
Según medios locales comoLa Tercera, el campamento quedó instalado en la localidad chilena de Colchane. Además, tal cual dio a conocer el general de Carabineros Sergio Telchi, jefe de la 1ra Zona de Tarapacá, habrá un mecanismo en el complejo para tomar denuncias de vulneración de los derechos de los menores implicados.
Hogar de Cristo
Detrás de esta iniciativa también se encuentra el trabajo y la coordinación de organizaciones como la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y el Hogar de Cristo, en este último caso una entidad vinculada a la Iglesia de ese país.
Por otra parte, también se recordó que habrá procedimientos necesarios para atender a los menores que ingresen a Chile sin acompañantes, además de «patrullajes antinarcotráfico» en una zona también propensa a diversos delitos con respecto a los más vulnerables.
“Los ángeles de los migrantes”
Mientras todo esto acontece y aparece esta información que hace referencia a una respuesta concreta, vale la pena recordar una vez más la labor de los “ángeles de los migrantes” a propósito del estallido de hace unas semanas en Iquique con respecto a esta población.
En este caso, tal cual se recordó en un reciente informe de Ingrid Saavedra Toledo en Aleteia, la labor de aquellos que actuaron desde el minuto uno ofreciendo su ayuda. Una tarea incesante y que involucra el trabajo también de otras organizaciones como Cáritas o la Fundación Madre Josefa.
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