Así lo dijo el Santo Padre ante numerosos fieles reunidos en el Aula Pablo VI del Vaticano con ocasión de la Audiencia General de este miércoles.
En su saludo a los fieles italianos, el Papa destacó que el 7 de octubre la Iglesia celebra la fiesta de Nuestra Señora del Rosario por lo que invitó “a apreciar esta oración tan querida por la tradición del pueblo cristiano”.
Además, a los peregrinos de lengua alemana, el Santo Padre alentó a en este mes de octubre a “recitar esta oración, dejando que María los lleve a su Hijo Jesús” y rezó para que “Dios los bendiga y los proteja”.
Luego, el Papa exhortó a que “recitando el Rosario, confíes tu ‘hoy’ y ‘mañana’ a la Santísima Virgen Reina” a los fieles de lengua polaca.
Asimismo, el Santo Padre confió a la intercesión de la Virgen del Rosario la visita ad limina apostolorum de los obispos polacos para “que la peregrinación de los pastores a la tumba del apóstol Pedro dé abundantes frutos evangélicos en su servicio al bien espiritual de la Iglesia en Polonia”.
Previamente, después de rezar el Ángelus del domingo 3 de octubre el Papa invitó a renovar el “compromiso de rezar el Santo Rosario”.
“En este primer domingo de octubre, nuestro pensamiento se dirige a los fieles reunidos en el Santuario de Pompeya para el rezo de la Súplica a la Virgen María. En este mes renovemos juntos nuestro compromiso de rezar el Santo Rosario”, afirmó entonces el Papa.
El 7 de octubre de 2020, el Papa dijo que el Santo Rosario “es un arma que nos protege de los males y de las tentaciones”, además de ser “la oración más hermosa que podemos ofrecer a la Virgen María”.
En aquella ocasión, el Santo Padre invitó “a rezar el Rosario y a llevarlo en sus manos o en sus bolsillos” porque “el rezo del Rosario es la oración más hermosa que podemos ofrecer a la Virgen María; es una contemplación sobre las etapas de la vida de Jesús Salvador con su Madre María y es un arma que nos protege de los males y de las tentaciones”.
“Pidamos, por intercesión de Nuestra Señora del Rosario, la gracia de ser hombres y mujeres íntegros y dignos de fe, para que, en la oración, el Señor nos una a cada uno en su vida y nos dé paz y serenidad”, dijo en 2020 el Papa y animó a “redescubrir, especialmente durante este mes de octubre, la belleza del rezo del Rosario, que ha alimentado la fe del pueblo cristiano a lo largo de los siglos”.
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