El brutal asesinato ocurrió el viernes 29 de julio en la localidad de Civitanova ante testigos que no intervinieron para salvarle la vida.
Por ello, el arzobispo de Fermo, Mons. Rocco Pennacchio, indicó que en las Misas del domingo 31 de julio en lugar de la homilía los sacerdotes junto a los fieles permanecerían en silencio orante.
“Nuestra Iglesia local y las parroquias de Civitanova ante el asesinato de Alika eligen la actitud del silencio para dejar que nuestros corazones estén heridos y conmocionados por lo que ha sucedido. Rezamos por la víctima y estamos cerca de todos los que sienten dolor y angustia por lo ocurrido”, indicó en un comunicado oficial.
En esta línea, la nota de la Diócesis advirtió que “ninguna forma de violencia puede tener ciudadanía en la vida según el estilo del Reino de Dios” y añadió que “también rezamos por el agresor y sus familiares”.
“Queremos reafirmar y reforzar nuestro compromiso con la paz y para que la agresión no sustituya a la justicia y deje de poner en peligro otras vidas”, escribió Mons. Rocco Pennacchio.
Por su parte, el arzobispo de Camerino y San Severino, Mons. Francesco Massara, lugar donde vive la familia de Alika, declaró junto al párroco de San Severino y director de la Cáritas local que la comunidad expresa “su más sentido pésame a esta familia desconsolada y asegura, como siempre ha hecho con todos, su plena disposición a ayudar a la señora Charity y a su hijo Emmanuel en esta difícil situación”.
Según describió Vatican News, la víctima tenía 39 años, estaba casado, tenía un hijo pequeño y no tenía precedentes penales.
Alika fue asesinado a golpes por una persona que pasaba mientras algunos testigos grabaron lo que ocurría y no detuvieron el episodio de violencia. Cuando la policía llegó al lugar pudo solamente confirmar la muerte de la víctima.
El ayuntamiento de Civitanova informó que pagará el funeral de Alika y el abogado de la familia de la víctima señaló que buscan justicia.
Ante el lamentable hecho, el Servicio Jesuita para Refugiados (JRS) en Italia, el Centro Astalli, expresó su tristeza y consternación y destacó que urge “un cambio radical en el lenguaje público, el discurso político y la representación mediática de la inmigración en Italia”.
“Alimentar el odio social, el racismo, la aporofobia, la indiferencia ante todo lo que no nos afecta directamente, nos pone a todos en riesgo”, advirtió el Centro Astalli que lanzó un llamado al respeto de “los principios más básicos de la ética y la civilización, del respeto a los derechos humanos”.
Alika Ogorchukwu ucciso davanti ai passanti, qualcuno ha ripreso la scena, ma nessuno è intervenuto per cercare di salvargli la vita
Addolorati e sgomenti. Il nostro cordoglio in un appello.https://t.co/3P9mHnNaFp pic.twitter.com/hvVc3a3xXE
Publicar un comentario