(ZENIT – 27 Sept. 2017).- Como cada miércoles en la Audiencia general, el Santo Padre ha dirigido un saludo a los peregrinos de lengua árabe que participaban en la Audiencia general, y en concreto a las personas procedentes de Oriente Medio.
“Dios nos ha creado para la alegría y la felicidad, y no para crucificarnos en pensamientos melancólicos” les ha dicho el Papa, y les ha animado a invocar a Jesús “donde nuestras fuerzas salieron a la luz, y la batalla contra la angustia es particularmente dura”, diciendo: “Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten misericordia de mí pecador”.
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