¿Tan felices fueron los años 20 como para querer volver a ese momento histórico?
Hollywood se ha encargado de idealizar los años 20. Fue la Belle Époque, una etapa llena de diversión y locura. Nos viene a la mente “El gran Gatsby”, el glamour y el derroche.
La década de los años 20 nos dejó muchas aportaciones culturales: las vanguardias, el cine, la música… Dalí, Picasso, Modigliani, Buñuel…
En la moda, los vestidos que más recordamos son los del charlestón, con flecos, grandes escotes y liberados del corsé.
Te puede interesar: Te rodean ángeles que pueden ayudarte a decidir tu futuro
Cuando hablamos de los “locos años 20” nos referimos a aquella época en que la gente quería olvidar el horror de la Primera Guerra Mundial. Lo asociamos a las fiestas, el lujo y el desenfreno.
¿Es eso lo que más nos importa como para que brindemos este fin de Año por unos “locos años 20”?
Un brindis por el 2020 merece sueños grandes, con la esperanza de un futuro mejor. No se trata de taparnos los ojos y no ser conscientes de lo que se aproxima: una crisis económica y una situación mundial difícil en el aspecto político, marcada por el populismo.
Mucho más en el plano personal: no tendría sentido proponerse unos “locos años 20” con frivolidad y llevados por el consumismo, con gastos extraordinarios que después tal vez no podremos pagar. Ni un estilo de vida que busca el bienestar del momento y no piensa en el futuro personal y el de nuestra familia.
¿2020 puede ser un maravilloso año para emprender “locuras”?
Por supuesto. Locuras de un estilo de vida cristiano como:
-Pedir en matrimonio a tu novia o novio.
–Casarse.
-Tener un hijo.
-Decidirse a llevar una vida cristiana comprometida.
-Pedir perdón y hacer las paces.
-Dejar una adicción.
-Participar en un voluntariado
-Ser más agradecido.
–Ahorrar.
–Dedicar más tiempo a los míos.
Los “locos años 20” se estrellaron con el crack del 29 y la crisis de la Bolsa de Nueva York. Así que sabiendo en qué acabó aquello, es mejor no desear repetir el fracaso.
Mejor brindar por un 2020 lleno de valores que nos ayuden a cambiar el mundo, comenzando por el deseo de ver mejores perspectivas para nuestras familias y las personas que nos rodean. Que no falten en nuestra vida el amor, el compromiso, la salud, el trabajo y la alegría, todo de la mano de Dios.
Te puede interesar: ¿Qué hacer cuando no te gusta un regalo?
Te puede interesar: Premio al que da las gracias: la felicidad
Publicar un comentario