Si alguna vez has tratado de separarte de alguien, sabes lo difícil que es tomar esa decisión.
Paso 1
Conoce qué impulsa tu corazón“No llegamos a llevarnos bien”, “éramos demasiado diferentes”, “tenemos carácteres completamente opuestos”. Estos pueden ser buenos argumentos, pero en mi opinión, insuficientes. Conozco a muchas parejas que no se llevan bien y vienen a terapia. Hay un montón de parejas en las que él y ella tienen carácter diferente, les apasionan temas completamente diferentes y lo consideran su gran riqueza. Entonces en este paso no se trata de argumentos.
Se refiere a lo que te dice tu corazón. Se trata de esta voz interior que a veces es tan difícil de escuchar en el caos de la vida cotidiana, las disputas y los malentendidos. Estas voces a menudo son “simplemente no soy feliz a su lado”, “no quiero estar casada con alguien a quien no le gustan los niños”, “aún no estoy lista para una relación seria”, “tengo mis problemas personales en los que no quiero involucrar a nadie”. A continuación, descubrirás por qué es tan importante que escuches la voz de tu corazón.
Paso 2
Arriésgate y hablaNo sé por qué está aceptado que la decisión de separarse debería ser autónoma. Sí, hay situaciones en las que, por alguna razón, se debe tomar rápidamente esa decisión, poner a la otra persona frente a este hecho y marcharse casi sin decir una palabra. Sin embargo, hay muchas situaciones en las que puedes hacer partícipe de tus pensamientos a la otra persona. Por eso necesitas reconocer la voz de tu corazón: para que conozcas tus miedos y dudas.
Deberías saber exactamente lo que quieres decir e invitar a la otra persona a que te acompañe a tomar esta decisión. ¡Cuidado! No deberías asustar, chantajear ni contarle tus miedos con la intención de pedirle que cambie. Esto puede ser una invitación real al cambio que él puede que no acepte.
Paso 3
Asume dudasYa desde el principio puedes deshacerte de la creencia de que tomarás una decisión de la que estarás convencida al 100%. Créeme, por lo general nadie está seguro al 100 % y si lo está, será solo bajo la influencia de la emoción del momento. Cuando éstas se calman, surgen dudas.
Es poco probable que elimines todas las dudas, pero esto no perturba la acción. Esto no molesta en probar varias opciones. Puedes pedir un descanso en vuestras citas y ver cómo funcionáis el uno sin el otro. Puedes actuar como si hubieras decidido no separarte y ver cómo te sientes al respecto. Las dudas pueden ser tus aliadas. Intenta verlo así.
Paso 4
Consulta a un especialista… pero no esperes que te ayude a tomar la decisión. No será así. Recomiendo trabajar con psicoterapeutas sistémicos porque el eje principal de su actividad es observar las relaciones.
El especialista debe ayudarte a comprender por qué tienes dudas sobre si quedarte con una persona o dejarla y por qué te acompañan esos temores y no otros. ¿Quizás puedas notar algunos patrones repetitivos que usas en las relaciones? ¿O los argumentos son solo excusas? ¿Qué hay detrás de tus miedos? Si tienes dudas, ¿por qué simplemente no te separas? En las reuniones con un especialista, puedes ver tu dilema desde todos los ángulos, y las preguntas que te haga pueden ayudarte a descubrir algo nuevo.
Una cosa muy importante Puede que ya le hayas dicho que lo amas. Si ahora te preguntas si vale la pena continuar la relación, ¿qué es el amor para ti? ¿Qué era para ti cuando le dijiste que lo amabas y qué es para ti ahora?
Y aquí vale la pena considerar nuevamente la voz de tu corazón. Por ejemplo, si la voz dice “porque no seré feliz con él”, ¿qué relación tiene sentir la felicidad con lo que es el amor? ¿En el amor se siente la felicidad? No lo pregunto por ofender. Cada uno tiene su propia definición y es muy importante que conozcas o actualices la tuya. ¿Qué te permite hacer el amor? ¿Hasta qué punto permite el sacrificio? ¿Cuál es el papel de los sentimientos en el amor? Las personas a menudo se separan porque dejan de sentir “la química”. ¿Es necesaria para permanecer juntos? Estas son solo algunas de las preguntas que se deben hacer en este paso.
Una vez que hayas completado estos 5 pasos, vale la pena mirarte a vista de pájaro: ¿quién fui antes?, ¿quién soy yo durante la relación y quién seré después de que termine? ¿Cómo era mi vida sin esta persona, cómo es con él y cómo sería sin él? ¿Qué va a suceder si no voy a tomar ninguna decisión aún? Renuncia a la presión. Ella nunca es buena consejera. ¡Mantengo mis dedos cruzados por ti y por tus elecciones!
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